El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció que en las próximas 48 horas designará un nuevo primer ministro, en un intento por superar la crisis política que afecta al país. Sin embargo, aún no se define si el próximo jefe de gobierno provendrá de la izquierda o del centroderecha.

Macron reunió en el Palacio del Elíseo a representantes de los partidos del “arco republicano”, dejando fuera a la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, fuerza más votada, y a La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon, tercera. en número de diputados.

 

Posiciones divergentes

Tras la reunión, Marine Tondelier, líder de los Ecologistas, confirmó el compromiso de Macron de nombrar al primer ministro en el plazo señalado, pero lamentó la falta de cambios en la postura del oficialismo. Según Tondelier, un gobierno basado en consensos podría tener dificultades para garantizar la estabilidad hasta las elecciones legislativas previstas para dentro de 10 meses.

Por otro lado, Olivier Faure, primer secretario del Partido Socialista, calificó el encuentro como “interesante” al permitir identificar puntos de coincidencia y explorar un “método nuevo” para fortalecer el rol del Parlamento. No obstante, Faure recibió críticas de sus socios de la coalición de izquierdas, el Nuevo Frente Popular (NFP), por dialogar con los macronistas y conservadores.

 

 Asamblea Nacional

La búsqueda de un nuevo gobierno enfrenta el desafío de una Asamblea Nacional fragmentada en tres bloques principales: la izquierda, los macronistas y la ultraderecha, con números similares de escaños. Los 66 diputados socialistas y 38 de los Verdes son clave para un Ejecutivo que logre aprobar leyes en este contexto.

En tanto, Laurent Wauquiez, líder parlamentario de Los Republicanos (LR), se mostró menos dispuesto a colaborar, argumentando diferencias irreconciliables en temas como el mercado laboral y la inmigración.

 

Advertencias

Marine Le Pen, excluida de las negociaciones, advirtió que el próximo primer ministro deberá considerar a todas las fuerzas políticas y priorizar la preservación del poder adquisitivo, además de ajustar el gasto público.

Con tres primeros ministros en menos de un año, Macron busca estabilizar su gobierno al menos hasta mediados de 2025, cuando la Constitución permitiría convocar nuevas elecciones legislativas.