Macron deja sin efecto su reforma previsional a cambio de gobernabilidad
El acuerdo con socialistas, verdes y comunistas apunta a buscar apoyos para un nuevo primer ministro y al presupuesto 2026
El presidente francés, Emmanuel Macron, aceptó dar marcha atrás con su cuestionada reforma previsional aprobada en 2023, que elevó de 62 a 64 años la edad legal de jubilación, como un gesto a los partidos de izquierda y los sindicatos para buscar su apoyo en la formación de un nuevo gobierno, tras la renuncia del primer ministro Sebastién Lecornu.
Medios europeos aseguran que fue precisamente el renunciante Lecornu, muy próximo a Macron, el encargado de negociar el acuerdo con los socialistas, los ecologistas y los comunistas, lo que podría abrir camino también a la votación del Presupuesto 2026.
Macron había sancionado la reforma previsional por decreto, sin votación en el Parlamento, utilizando el controvertido artículo 49-3 de la Constitución, luego de una serie de huelgas y protestas violentas contra la normativa.
Lecornu reconoció que la aprobación de la reforma sin votación fue "una herida democrática" y remarcó que era positivo que se reabra el debate y el Parlamento tenga la última palabra.
Según Lecornu, Macron nombrará un nuevo primer ministro en un plazo de 48 horas, y dio por concluida su misión. Su sucesor o sucesora tendrá que materializar el acuerdo sobre las pensiones en el Parlamento y, a la vez, hacer aprobar el presupuesto.
No está claro si el nuevo jefe de gobierno será de un partido de izquierda o tendrá un perfil más tecnocrático.
Popularidad en baja
Durante la jornada, el partido de Marine Le Pen, el Reagrupamiento Nacional (RN, extrema derecha) insistió en que la única solución para superar el bloqueo institucional era disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones legislativas anticipadas. La tres veces candidata al Elíseo consideró que los partidos franceses han ofrecido "un espectáculo desesperante", por lo que exigió "el final de la broma". La líder ultraderechista acusó a sus rivales de tener miedo a someterse a las urnas.
La tercera crisis de gobierno en menos de un año ha contribuido a hundir aún más la popularidad de Macron. Según un último sondeo del instituto Elabe para el rotativo económico Les Echos, solo un 14% de los franceses aprueba la gestión del presidente de la República, dos puntos menos que una encuesta de la semana pasada encargada por Figaro Magazine.