El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha lanzado duras críticas hacia su homólogo ruso, Vladimir Putin, acusándolo de intentar "escaquearse" de un encuentro que podría ser clave para poner fin al conflicto en Ucrania. Según Zelenski, la negativa de Putin a participar en negociaciones demuestra que el Kremlin "no quiere acabar con la guerra". Esta afirmación se ve respaldada por los constantes bombardeos sobre zonas civiles y los "feroces asaltos" en el frente de combate, que han dejado una estela de destrucción y sufrimiento.

En un discurso dirigido a la nación, Zelenski ha propuesto dos posibles formatos para entablar un diálogo con Moscú. El primero sería una reunión bilateral entre los dos presidentes, mientras que el segundo incluiría una cumbre a tres bandas con la participación del mandatario estadounidense, Donald Trump.

Zelenski ha expresado su frustración ante las "señales indignantes" que llegan desde Rusia, especialmente tras una noche de ataques masivos en la que se dispararon unos 40 misiles y más de 570 drones.

Ante este escenario, Zelenski ha instado a los socios internacionales de Kiev a mantener la "presión" sobre Moscú. Ha prometido que el Gobierno y las Fuerzas Armadas de Ucrania seguirán haciendo "todo lo que sea necesario" para proteger el territorio y a su población.

En este sentido, ha respaldado las declaraciones de Trump, quien sugirió que la guerra no puede ganarse "sólo defendiéndose" y que Ucrania debe "jugar al ataque" para tener alguna posibilidad de victoria.

A pesar de la escalada de tensiones, Zelenski ha subrayado que no renuncia a la diplomacia y a cualquier posible diálogo que "pueda acercar de verdad la paz".

Esto incluye los contactos ya en marcha para tratar de tejer la "futura arquitectura de seguridad" con la que contaría Ucrania tras un hipotético acuerdo de paz. La situación sigue siendo tensa, pero Zelenski mantiene la esperanza de que la diplomacia pueda abrir un camino hacia la resolución del conflicto.