El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, descartó convocar elecciones anticipadas y anunció una serie de medidas internas con el objetivo de frenar la crisis política que sacude al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), luego de que se conociera un informe que involucra a figuras clave de su entorno en un caso de corrupción.

"Las elecciones son cada cuatro años, así ha sido y así seguirá siendo", afirmó Sánchez tras reunirse de urgencia con la cúpula del PSOE. En su mensaje, desafió al Partido Popular y a Vox a presentar una moción de censura si pretenden acceder al poder.

Para contener el daño político, el líder socialista anunció la expulsión del ex ministro José Luis Ábalos, uno de los principales implicados, y la renuncia del actual secretario de Organización del partido, Santos Cerdán, quien también dejará su banca parlamentaria.

Además, el mandatario ordenó una auditoría externa a las cuentas del PSOE, la creación de una comisión colegiada para ocupar provisionalmente la Secretaría de Organización, y una reunión con sus aliados parlamentarios para definir acciones complementarias. También se comprometió a comparecer voluntariamente ante el Congreso.

"Vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para que quienes hayan cometido este tipo de corrupción lo paguen", dijo Sánchez, y prometió que el caso no volverá a repetirse dentro del partido.

El escándalo estalló la semana pasada con un informe de la Guardia Civil que reveló que Ábalos, Cerdán y el ex asesor Koldo García habrían cobrado comisiones ilegales por contratos de obra pública. El documento incluye grabaciones que refuerzan las acusaciones, además de detalles comprometedores, como el uso de fondos públicos para gastos personales.

En su defensa, Sánchez aseguró que no permitirá que la corrupción de "unos pocos" arrastre al proyecto progresista que lidera. "Vamos a continuar gobernando mientras la mayoría democrática así lo quiera", sentenció.