Tres grandes áreas con importantes desafíos por afrontar
Primero, la agitada carrera electoral. Luego, eternas vigilias esperando los resultados. Después, una transición marcada por la fogosidad de la ciudadanía. Ahora, este 20 de enero, toda esta historia se resumirá con la ceremonia de asunción de Joe Biden como el 46º Presidente de los Estados Unidos. Es oportuno preguntarse, haciendo a un lado la pandemia de coronavirus ¿Qué problemas deberá enfrentar Biden? A priori, divisamos tres áreas claras, en donde las rispideces presentan un choque cada vez más intenso: Lo social, lo internacional y lo político.
Luego de la violencia vivida este año es más que claro que Estados Unidos enfrenta una fuerte división en su composición social. Desde los desastres en el capitolio hace unos días, hasta los choques por el "Black Lives Matter", se evidencia una ruptura mucho mayor y casi tan antigua como el mismo país que la nueva administración deberá encarar. Los acontecimientos de violencia son solo una evolución de esta división, y las preguntas que hay que hacerse son ¿por qué ahora resulta en choques tan fuertes? ¿Cómo hacer para bajar esa tensión?
Liderazgo cuestionadoUno de los puntos más ambivalentes pero a la vez más distinguibles de la gestión de Donald Trump fue su manejo en el ámbito internacional. Luego de la gestión de Barack Obama, el gabinete Trump se propuso metas claras y actuaciones concisas en el escenario mundial. Lo más rescatable es el principio de paz en Oriente Medio. Biden deberá plantearse lo que todos los presidentes de Estados Unidos hacen una vez que asumen ¿Qué tipo de líder pretenden que sea el país? La cuestión China puede poner en jaque cualquier tipo de decisión. De todas formas, el principal desafío no será sólo definir un tipo de liderazgo global, sino encontrar la forma de llevarlo a cabo en un contexto mundial cada vez más interdependiente, con referentes variados.
Innovaciones en riesgoMás allá de quien posee mayoría en el congreso, o qué cantidad de jueces de cada partido haya en la Suprema Corte, lo que se debe tener en claro es que la ingeniería del sistema político norteamericano está basada en contrapesos, de forma tal que no ocurran desbalances importantes en el manejo del país. Por default, es complicado introducir reformas profundas en cualquier área. La campaña Biden-Harris dejó ver intenciones de nuevas políticas de salud y medio ambiente, entre otras. La gran pregunta está en cómo hacer para que el impulso en estas decisiones no quede fre
El nuevo presidente asume con un claro mensaje progresista, de transformación, y este es su mayor desafío: enfrentar las tres problemáticas manteniendo fresca y firme su impronta política. Biden es un presidente que tiene mucho por ganar y todo por perder. Puede ser una bisagra en la historia estadounidense o verse tapado por los problemas para convertirse en una breve nota al pie de la historia política de los EE.UU.