Aerolíneas Argentinas abrió un nuevo período de Retiro Voluntario, al que otra vez denominaron "Retiro Gratificado".

El plazo de adhesión se extenderá hasta el 2 de agosto próximo y, en este caso, la propuesta será en base al salario y la antigüedad y se abonará en un solo pago, informaron fuentes de la compañía.

Las fuentes aclararon que será "el último plan" que lanzará la empresa y hay una expectativa de que se sumen alrededor de 500 empleados. En el registro anterior se adhirieron cerca de 300 trabajadores.

El objetivo principal de este plan es reducir el déficit operativo de la aerolínea a 150 millones de dólares para 2024, la mitad de lo que se registró en 2023, que fue de 390 millones de dólares. Según datos parciales, entre enero y mayo de este año, la empresa logró mejorar los costos operativos en un 67% respecto al mismo período del año pasado.

Actualmente, Aerolíneas cuenta con unos 11.800 empleados. Con este nuevo retiro voluntario, la empresa espera reducir su dotación de personal a un nivel más aceptable para la industria.

Desde diciembre del año pasado, 500 empleados se han retirado entre acuerdos pre-jubilables y el primer retiro voluntario. La meta es alcanzar los 1.000 retiros con esta nueva opción, que ofrece mejores condiciones en cuanto a montos y tiempos de pago en comparación con la anterior.

"La población que puede suscribir es toda la compañía. El piso son 500 personas y si llegamos a 1.000 personas menos contra diciembre pasado, ya estaríamos en un nivel relativamente aceptable para la industria", indicaron fuentes de la empresa. Además, se estima que el monto por este segundo retiro voluntario se recuperará en doce meses gracias al ahorro de costos.

El programa que será financiado con una parte de los subsidios que recibió en lo que va de 2024: $58.832 millones, que equivalen a 78% de los casi $79.000 millones presupuestados para 2024.

Ahorro de costos  

La aerolínea también ha tomado varias medidas para reducir costos y generar ingresos. Entre estas medidas, se destaca una mejora de 4 millones de dólares en la provisión de comida para tripulantes, USD2,5 millones en cancelación de postas de cabotaje, y USD4 millones por la reducción de contratos de proveedores.

Además, se implementaron cambios en la política de equipajes, generando 10 millones de dólares anuales, y se incrementaron las operaciones charter, lo que resultó en 6 millones de dólares adicionales en el primer semestre del año.

En cuanto a la gestión de rutas, se cancelaron algunas deficitarias como La Habana y Nueva York, mientras que se incrementaron las frecuencias a destinos rentables como el Caribe, Miami y Madrid. Asimismo, se dispuso una mayor oferta para vuelos receptivos y de cabotaje en temporada de invierno, y se adaptó la oferta a la demanda real en temporada baja.

Pese a haber quedado fuera de la lista de privatizaciones en la Ley Bases, el Gobierno insiste con buscarle un comprador. Desde la aérea, explicaron que las medidas se toman para que la empresa sea más atractiva.