Bowen fue concebida como una marca de camperas de cuero hace casi treinta años. Durante todo ese tiempo, Pedro Chirou y Martín Stok, los socios fundadores, pasaron de todo.

El ingreso y salida del capital accionario de la compañía de Federico Álvarez Castillo, creador de la marca Etiqueta Negra; un concurso preventivo levantado en 2002, varias crisis macroeconómicas y la pandemia, que mantuvo a sus locales cerrados durante mucho tiempo.

Pero hoy los empresarios van por la revancha. Están aplicando un programa de inversiones por $100 millones hasta el año que viene que apunta a dos frentes. Por un lado, incrementar un 45% su volumen de producción de este año y un 30% más en 2023, para alcanzar las 500.000 prendas anuales. Por otra parte, buscan sumar tecnología de cara a la omnicanalidad, es decir, complementar la experiencia de compra física con la digital.

El objetivo que se trazaron es duplicar su facturación para cerrar el año con ingresos por $2.000 millones.

En la actualidad, Bowen opera mediante once locales propios, doce franquicias, cuatro outlets manejados por la marca y más de 65 tiendas multimarca. Poseen también una tienda de ecommerce propia, que ya concentra más del 10% de sus ventas. En el horizonte de los empresarios también aparece la expansión internacional de la etiqueta. Tienen en carpeta mercados como Uruguay, Paraguay, Chile y Ecuador.

El ticket promedio de sus prendas, calzados y accesorios se ubican en los $25.000. "La inflación es un problema que nos ocupa", dice Chirou y asegura que los aumentos de precios del sector están entre 65% y 70% interanual.

El 95% de su colección se produce en Argentina a través de una red de proveedores textiles, de calzado y accesorios, desde lugares como Olavarría, Arrecifes, Pergamino o Rosario. Emplean de manera directa a 120 colaboradores --más del 50% son mujeres--, tanto en oficinas como en tiendas y generan aproximadamente 1.300 empleos indirectos en todo el país.

"Estamos preparando la empresa para las nuevas épocas. Vemos una oportunidad de crecer y consolidar la marca. Hemos enfrentado desafíos, pero nos gratifica saber que logramos desarrollar una marca bien establecida y con potencial de crecer aun más. Apostamos al país, queremos exportar y seguir creciendo", comentaron los fundadores.

 

Estilo  

Bowen busca plasmar el espíritu industrial, con fuertes influencias urbanas y del rock y con algunos toques de inspiración londinense. Hoy la colección incluye una línea casual (de básicos atemporales), una Smart (más fashion) una llamada Rock (con el ADN puro urbano), las recientes incorporaciones de underwear (como segunda piel en productos como remeras, boxers, medias) y la línea Relax, con productos cómodos y versátiles. Además, apunta a un espectro sin género.