Cristina Fernández de Kirchner declarará el próximo miércoles 14 de agosto en el juicio por el atentado en su contra, perpetrado el 1 de septiembre de 2022. Mientras tanto, el juicio se reanudó este miércoles, tras la feria judicial, y la cuarta audiencia estuvo marcada por el testimonio de Diego Bermúdez, secretario privado de la exvicepresidenta, quien explicó cómo trabaja la seguridad de la exmandataria.

El juicio por el intento de asesinato comenzó el pasado 26 de junio en los tribunales federales de Comodoro Py y tiene como acusados a Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo, integrantes de "los Copitos", en referencia al emprendimiento de venta de algodones de azúcar.

Con distintos roles, los tres están acusados por el intento de magnicidio ocurrido el 1 de septiembre de 2022, cuando Kirchner era vicepresidenta de Alberto Fernández.

El proceso judicial está bajo la supervisión del Tribunal Oral Federal 6, compuesto por los jueces Sabrina Namer, Adrián Grunberg e Ignacio Fornari. Casi 300 testigos están citados a declarar, entre ellos la expresidenta, que hará lo propio el miércoles 14. Se estima que el proceso durará entre seis meses y un año, debido a la cantidad de testigos, aunque conforme avancen las audiencias, la Justicia podría desistir de algunos testimonios.

La confesión de Sabag Montiel y la situación de los acusados

Durante aquella primera jornada de audiencias, todos los focos estuvieron centrados en Sabag Montiel, quien el 1 de septiembre de 2022 se acercó y gatilló en la frente de Cristina Kirchner, hecho reflejado en distintas imágenes que recuperó la Justicia. Es considerado autor material del ataque, acusado por tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego.

Al ingresar a la sala del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 6, posó ante las cámaras con un cartel que decía "me tienen secuestrado", un tanto llamativo teniendo en cuenta que al momento de su declaración, confesó: "Yo quería matar a Cristina". 

"El atentado fue con un fin personal y no para beneficiar a ningún sector político", declaró además en referencia a las versiones e investigaciones sobre si el intento de magnicidio estuvo financiado por algún sector. "Mantengo mi calidad de apolítico, es por un tinte personal", agregó sobre este punto. 

En otro tramo de la declaración, intentó desligar a su entonces pareja, Brenda Uliarte, imputada como partícipe necesaria, y al jefe del emprendimiento, Nicolás Gabriel Carrizo, acusado como partícipe secundario. 

Uliarte estuvo presente al momento del ataque en las inmediaciones de la vivienda de Cristina Kirchner, ubicada en Uruguay y Juncal, en el barrio porteño de Recoleta. En algunas imágenes se la vio irse con disimulo, y además está implicada por algunos chats que  le envió a Sabag Montiel el 27 de agosto, un intento previo al del 1 de septiembre. "Hoy me convierto en San Martín, voy a mandar a matar a Cristina", le dijo a su amiga Agustina Díaz.

Carrizo, en tanto, quedó detenido por mensajes que envió horas después del atentado. "Recién intentamos matar a Cristina", "mi empleado le quiso disparar", dijo luego de esa noche el imputado, quien en su declaración se desligó por completo del hecho, aseguró que "nunca mataría a una persona" y justificó los mensajes al decir que "fue todo en joda".

El mensaje de Cristina en el inicio del juicio

Durante el miércoles 26 de junio, Cristina Kirchner compartió una reflexión sobre el intento de magnicidio. En sus redes sociales, replicó una publicación del ministro de Justicia bonaerense, Juan Martín Mena, acerca del tratamiento judicial y mediático que recibió la causa.

"Más claro echale agua", escribió Cristina en una publicación donde replicó las palabras de Mena, quien calificó el hecho como uno de los "más graves desde la recuperación democrática".

En el posteo, Mena compartió 10 consideraciones acerca del proceso judicial contra los atacantes de la exmandataria. Entre ellas destacó que el contenido del celular del atacante se borró al otro día del atentado, que nunca se profundizó sobre las supuestas organizaciones políticas que rodeaban a los atacantes (Revolución Federal, nueva Centro derecha, entre otras), y la denominada "pista Milman".

La investigación al diputado Gerardo Milman surgió luego de ser señalado por Jorge Abello, asesor de un entonces diputado del Frente de Todos, que se presentó días después del atentado y dijo que había escuchado a Milman en un bar del Congreso, 48 horas antes del ataque, decir "cuando la maten yo voy a estar camino a la costa".

Mena cuestionó además que "la justicia esperó todo lo que pudo" para revisar los teléfonos celulares de los presuntos implicados en la causa, y que nunca se profundizó sobre la vecina de Cristina, Ximena Tezanos Pinto, quien los días previos deseaba que los kirchneristas que estén 'presos, muertos o exiliados'.