Asunción presidencial

Fernández trazó sus objetivos y anunció la intervención de la AFI y una reforma judicial

“Hay que comenzar por los últimos”, dijo tras jurar en el Congreso

gvulcano

Entre los cánticos que provenían de las calles y los aplausos dentro del recinto de Diputados, el flamante presidente Alberto Fernández brindó ante la Asamblea Legislativa su primer discurso, en el que dejó al descubierto quiénes serán su prioridad en los primeros días de gobierno. "Es tiempo de comenzar por los últimos para luego llegar a todos", planteó el mandatario en alusión a "los marginados y excluidos". Pero también, atento a la complejidad de lo que significa llevar adelante ciertos cambios en áreas sensibles, se apuró a anunciar como medidas urgentes la intervención de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y una reforma integral de la Justicia.

El ingreso del jefe de Estado y la vicepresidenta Cristina Fernández, a las 11.55, al edificio del Parlamento fue celebrada por la militancia que miraba desde lejos. Adentro, los recibieron con una de las canciones preferidas del kirchnerismo: "Somos de la gloriosa juventud peronista, somos los herederos de Perón y de Evita...". Tan pronto como finalizó la jura, a cargo de la vicepresidenta saliente, Gabriela Michetti, empezó a sonar la marcha peronista, que retumbó con mayor potencia apenas el ex presidente Mauricio Macri entró en escena para el traspaso de la banda y el bastón presidencial. En pos del mensaje de unidad, el mandatario entrante y el saliente se fundieron en un abrazo, incluso el líder de PRO se animó a desearle "suerte" al oído a su sucesor.

Los buenos augurios de Macri no fueron suficientes para que Fernández, a lo largo de su discurso, que duró más de una hora, remarcara que "el gobierno saliente tomó una inmensa deuda sin generar más producción con la cual obtener los dólares imprescindibles para pagarla" y "dejó al país en situación de virtual default". "Los acreedores tomaron un riesgo al invertir en un modelo que ha fracasado en todo el mundo una y otra vez", subrayó. Levantando el aplauso del bloque oficialista y de los invitados que estaban en los balcones, el presidente agregó: "Para poder pagar tiene que haber crecimiento primero".

Con la permanente anuencia de la vicepresidenta, Fernández pidió "superar los muros del rencor y del odio", abogó por una "Argentina unida" para poner "freno a esta catástrofe social" y anunció que entre sus primeras medidas estará la de lanzar el "Plan Integral de Argentina contra el Hambre". "Los marginados, necesitan ser parte y ser comensales en la misma mesa de una nación que tiene que ser nuestra casa común", remarcó. Además, adelantó que enviará "al Parlamento las bases legislativas para institucionalizar un Consejo Económico y Social para el Desarrollo, que será el órgano permanente para diseñar, consensuar y consagrar un conjunto de políticas de Estado para la próxima década".

Desde arriba, a Fernández lo miraban y escuchaban la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini; el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; la legisladora Victoria Montenegro, Carlos Pisoni, de HIJOS, y la Madre de Plaza de Mayo Taty Almeida, que estaba sentada al lado de Lita Boitano, de Familiares. También estaban Antonio Caló, de la UOM; Hugo Moyano, de Camioneros; y el secretario general de la CGT, Héctor Daer. Y Daniel Funes de Rioja, de Copal; Gerardo Díaz Beltrán, de CAME; y Hugo Eurnekián, de Corporación América.

Ante la ovación de una parte de quienes lo escuchaban y la mirada de su pareja, Fabiola Yañez, y su hijo, Estanislao, el mandatario condenó con vehemencia las "persecuciones indebidas y las detenciones arbitrarias inducidas por quienes gobernaban y silenciadas por cierta complacencia mediática" y anunció una reforma del sistema federal de justicia, algo que festejaron con tibieza desde el interbloque de Juntos por el Cambio, desconfiados de que "se trate de una maniobra para garantizar impunidad". Casi igual de celebrada fue la noticia de que intervendrá la AFI y destinará los fondos reservados de ese organismo al programa de alimentación para los sectores más necesitados.

En el final, visiblemente emocionado, Fernández ponderó a su vicepresidenta por su "profunda generosidad y su visión estratégica" y recordó al ex presidente Néstor Kirchner por haberle permitido "acompañarlo para sacar a la Argentina de la postración".

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