El Gobierno va a esperar al jueves, la fecha límite, para oficializar el veto al proyecto de financiamiento universitario, mientras que todavía no se asegura el tercio que necesita en Diputados para ratificarlo. Esto es porque en el medio está la marcha universitaria, que promete ser multitudinaria, y los legisladores afines quieren mantenerse reservados a la hora de apoyar públicamente la decisión del presidente Javier Milei. Sin embargo, según las fuentes parlamentarias consultadas por BAE Negocios, es un hecho que el PRO respaldará el veto y, con su apoyo, condicionarán el futuro del Presupuesto 2025. Pero el poroteo deja al Gobierno a la deriva, puesto que hay uno que no acompañará.

La carta de negociación del Gobierno para este proyecto, que busca recomponer el financiamiento a las universidades por este año, es la promesa de ampliar las partidas propuestas en el proyecto de Presupuesto 2025 para la educación. En el proyecto que envió Milei no se contemplan recomposiciones salariales para los docentes, con una proyección del 18,3% de inflación. Los salarios constituyen el grueso de los gastos de las universidades y la designación que fijaron en total es de $3,8 billones.

El Balcarce 50 son conscientes de que hay algunos diputados de los "héroes" que blindaron el veto de jubilaciones que no siguen la misma línea con respecto de las universidades pero la decisión está firme: el veto será total, puesto que altera su meta fiscal y tendría un impacto del 0,14% del PBI. Según fuentes de la mesa chica del Presidente, ven con buenos ojos la posibilidad de que el ruido político sobre las Universidades no se vea reflejado en su piso de aliados a la hora de votar, puesto que ni al PRO ni al oficialismo les conviene desatar una guerra entre ellos.

"Nosotros no tenemos una posición tomada así que el Gobierno no tiene asegurado el apoyo del PRO sobre Universidades, lo hablamos ayer", le dijo a este medio un diputado partícipe de las conversaciones con el Ejecutivo. Sin embargo, otro legislador del partido amarillo le confió a BAE Negocios que "es muy probable que de los 38 que conforman nuestro bloque, 37 acompañemos al Gobierno, pero con la condición de que redireccionen la discusión".

Al que descuentan es a Álvaro González, quien figuró como uno de los que dio la conferencia de prensa entre diputados y senadores en el Salón de Pasos Perdidos esta tarde para convocar a la marcha de mañana. También estuvieron diputados de la UCR, la Coalición Cívica y Encuentro Federal, pero el resto del PRO no adhirió a esta postura, a excepción de Guadalupe Tagliaferri, pero que es senadora.

De la conferencia trascendió, de un partícipe radical, que la intención es que se convoque sesión inmediatamente para votar el veto: esto sería la semana que viene, justo cuando comienza a tratarse el Presupuesto 2025 el 8 de octubre. Del PRO, según le dijeron a este medio, es intentar dilatar esa sesión, mientras negocian con Presupuesto. En Casa Rosada reconocieron que las conversaciones sobre esto todavía no comenzaron.

Por su parte, un diputado de la UCR consultado por este diario reconoció que ellos descuentan tener el apoyo del partido amarillo para rechazar el veto, así como también creen que los cinco mileístas que apoyaron el veto de jubilaciones actuarán igual. Esa será la clave, puesto que sin ellos no tendrían los 86 que necesitan para poder blindar el veto (un tercio más uno). Con los 3 del MID, los 37 del PRO, los 39 libertarios, los 3 catamarqueños del bloque Independencia, llegan a 87, pero si se bajan los radicales, lo pierden. Si se baja otro más del PRO, quedan a la deriva, pero en Rosada lo verían como un quiebre. Las abstenciones de Innovación Federal -los gobernadores- que jugaron a favor con jubilaciones (para que el número necesario sea menor) no está garantizado para Universidades. 

Si bien en Casa Rosada tienen esperanza con que la bancada que preside Rodrigo De Loredo ceda a un acuerdo, las fuentes consultadas del espacio negaron abrir una puerta de negociación como el PRO: "El proyecto que sacamos nosotros es para recomponer el financiamiento de este año que está previsto en el Presupuesto actual, prorrogado del 2023, y que hoy el Gobierno no está cumpliendo. No tiene nada que ver con el Presupuesto 2025, que prevée las partidas para el año que viene, son dos cosas paralelas", explicó.