IMPUESTO DE LOS POBRES

Kelly Olmos: El peronismo no puede volver a subestimar el impacto de la inflación

La ex ministra de Trabajo fustigó el modelo libertario, denuncia la demolición del aparato productivo y destaca el rol sindical ante el ajuste. Reivindica a Cristina Fernández, plantea la necesidad de reconstrucción política y asevera que la reforma laboral es “destrucción de derechos” y a la par: neta ganancia empresaria

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La ex ministra de Trabajo Raquel Kismer de Olmos, economista e integrante del Consejo Nacional del PJ, aseguró que el peronismo no puede volver a subestimar el impacto y los efectos de la inflación, sobre todo si atesora la esperanza de recuperar la adhesión de los sectores más humildes. 

Para su especialidad, la economía, “Kelly” Olmos advirtió que el gobierno de Javier Milei se jacta del “efecto rebote”, pero que al observar ese fenómeno solo se aprecia su impacto en el sector financiero. “No hay efecto productivo; lo que existe es una redistribución del ingreso muy regresiva”.

Olmos fue ministra de Trabajo en el gobierno de Alberto Fernández,  es consejera superior y directora del Instituto de Administración, Gobierno y Economía de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.

El modelo libertario, la reforma laboral con eje en la transferencia de ganancias al sector empresario, las paritarias sin homologación,  fueron los temas que analizó en entrevista con BAE Negocios y el programa “El Social Argentino” (Radio Gráfica).


Ángeles, predicadores y Recursos Humanos

 

Olmos sostuvo que “para La Libertad Avanza, el trabajo es un costo de producción. Como ya lo dijo Mauricio Macri: debe ser lo menor posible”. En esa línea, apuntó a un tema de estricta actualidad. “¿Qué se les ocurre para esto? Insistir con la reforma laboral desde su punto de vista, es decir, destruir derechos y transferir esos recursos a la recomposición de la ganancia empresaria. Después lo pueden disfrazar conceptualmente como quieran, pero nosotros lo percibimos así”.

Insistió en que no hay casualidad en la política libertaria al privilegiar dinámicas financieras y evitar homologar paritarias que superen el techo fijado por la Casa Rosada. A su juicio, eso genera que “destruida la paritaria, los acuerdos pasen a ser por empresa e incluso por trabajador”.

Desde la perspectiva de los trabajadores, subrayó que la organización gremial existe “para emparejar la cancha frente al desequilibrio de poder entre empleadores y trabajadores”.

Consultada sobre la percepción de que algunos sindicatos reclaman con mayor fuerza a gobiernos peronistas que a otros, eligió la vía del análisis. “Mientras hay condiciones de mejorar los salarios y el trabajo, hay más conflictividad”, explicó. En contraste, señaló que “en tiempos como los actuales, donde la pérdida de empleos es evidente, la conflictividad disminuye”.

Agregó que el peronismo apuesta a resolver los conflictos de forma orgánica, es decir, sin intervención externa, mediante comunicación directa, empatía y búsqueda de intereses comunes. También reconoció que “la posición de la dirigencia sindical es muy difícil ante la disyuntiva de discutir salarios o evitar despidos”.


La mejoría del peronismo en las urnas

“Perón ya lo dejó en claro cuando dijo que mejor que decir es hacer. Milei logró conectar con el enojo y la decepción de muchísimos votantes; ahora, al verlo gobernar, muchos de esos votantes se sienten decepcionados”, reflexionó.

Destacó señales de “reverdecer” en distritos como Formosa y Santa Fe, y elogió figuras como Gildo Insfrán y Juan Monteverde, triunfadaores en las últimas elecciones adelantadas. Del primero, subrayó que “sus votantes lo conocen y lo respaldan desde hace años”, y de Monteverde, resaltó su tarea de organización social y economía popular, en conjunto con Caren Tepp.

 

Kelly Olmos: El peronismo no puede volver a subestimar el impacto de la inflación
 Kelly Olmos elogió a Monteverde y a su esposa por la labor política


También mencionó a Stella Clérici, varias veces intendenta de Cañada de Gómez, “quien fue perseguida políticamente pero volvió a ganar con más del 40% de los votos”. Para Olmos, la cercanía geográfica y cotidiana de los votantes con los candidatos locales es un factor clave.

Sumó a su evaluación positiva el desempeño del frente electoral peronista en la Ciudad de Buenos Aires, encabezado por Leandro Santoro, pese a no haber ganado. “No tuvo la visibilidad que merecía. El sistema porteño premia al candidato más visible, no al equipo”, argumentó. Sobre la baja participación ciudadana en los comicios, concluyó: “Para mí, es el primer paso de la decepción”.


El fallo contra Cristina y la necesidd de revertirlo

Firme en su defensa del peronismo, incluso reconociendo errores no forzados, Olmos apuntó: “Hay un denominador común: Cristina, otros dirigentes y el propio Perón enfrentaron la clausura del debate político bajo la acusación de corrupción”.


Remarcó que para los sectores antiperonistas, “los negocios que hacen por fuera de la ley no son corrupción; los peronistas sí lo son, por definición”. Esto, a su juicio, permite evitar el debate sobre justicia social o independencia económica. “Proscriben a Cristina con un fallo absolutamente ilegal, viciado de nulidad, y habrá que revertirlo desde la lucha política”.


Consultada sobre qué error no puede volver a cometer el peronismo si retorna al poder, respondió: “No podemos subestimar el impacto de la inflación. Desordena toda decisión económica y, para los sectores más humildes, incluso los aspectos mínimos de la vida cotidiana”.


Recordó que Perón ya advertía sobre ese riesgo en su primera presidencia, y que en su regreso impulsó iniciativas como el Plan Gelbard o el Congreso de la Productividad. “Siempre se nos convoca a gobernar en tiempos de crisis”, ironizó.

Asoció el presente con la historia del endeudamiento externo iniciado tras el golpe de 1976. “Estamos hipotecados por decisiones que destruyen el aparato productivo y golpean a los trabajadores”, sostuvo. Afirmó que la salida será política con una masa crítica de poder para reconstruir el país “cuando Milei sea un recuerdo”.


“El viejo truco de andar por la sombra”

Olmos coincidió con la CGT y las CTA en que el gobierno aplica un “cepo salarial con precios liberados”. A su juicio, hay dos anclas: el tipo de cambio y los salarios. Denunció que se promueve una “timba financiera” con altas tasas para capitales especulativos. “Después, cuando se quieren ir, se llevan los dólares y nosotros quedamos con la deuda”.

Contrastó esa política con la inversión pública: “No se invierte en rutas, gasoductos, ni en industrias que generen valor. Esto ya lo vimos con Caputo, Cavallo o Martínez de Hoz”. La única contraprestación es una inflación en baja “relativa”, lo que lleva a definir la situación como una “estabilidad de cementerio”. Frente a eso, denunció la destrucción de estructuras clave del Estado. “Cristina lo resumió bien: este gobierno tiene fecha de vencimiento”.

Por último, sostuvo: “Destruyen la competitividad, el mercado interno y el tipo de cambio para exportar. No hay ningún efecto productivo, solo una redistribución regresiva del ingreso”.

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