Senado: los cambios en las jubilaciones que planea el Gobierno para no hundir su déficit cero
Este lunes continuará el debate en comisiones para consensuar una ley que Milei no tenga que vetar. ¿Qué aprobó Diputados y qué propone modificar el Senado?
El Senado está evaluando una nueva propuesta para modificar la fórmula de movilidad jubilatoria por una estrategia que ideó el Gobierno con la UCR en pos de frenar el proyecto original que impulsó el kirchnerismo con el radicalismo en Diputados. El objetivo es evitar el veto del presidente Javier Milei y dilatar su tratamiento para que impacte lo menos posible en los gastos fiscales: ¿qué dice la propuesta original y qué tan grande es la amenaza sobre el sagrado déficit cero?
En marzo, el Presidente modificó la fórmula jubilatoria con el DNU 274, que contemplaba una compensación del 12,5% en abril y un aumento por IPC desde julio 2024. Como adelantó BAE Negocios, el oficialismo en el Senado se distanció de la estrategia que obedecieron en Diputados sobre ratificar la fórmula de Milei para considerar ir con una otra fórmula jubilatoria, fijada por ley.
Por el momento, lo único que hay son intenciones. “La tenemos que trabajar”, dijo antes del primer plenario de comisiones el presidente de Presupuesto, Ezequiel Atauche (LLA), uno de los que llamó al Gobierno pidiendo que le envíen un proyecto nuevo, según pudo saber este medio. Él mismo dijo que lo que busca es evitar que Milei tenga que exponerse al veto.
La propuesta será liderada por La Libertad Avanza con ayuda de los dialoguistas de la Cámara alta, que están en conversación con la vicepresidenta Victoria Villarruel para tejer los acuerdos, especialmente con los legisladores más disidentes que siguen con la resaca que dejó las tensiones por el tratamiento de la Ley Bases.
Con la presión social y política -principalmente de UxP- de no frizar el tratamiento, este lunes a las 15 seguirán debatiendo en comisiones las diferentes iniciativas que, por lo menos, cuenta con cuatro propuestas distintas de senadores de la UCR y partidos provinciales. Por su parte, el kirchnerismo quiere aprobar el proyecto devenido de Diputados.
Ante la imposibilidad de detener el curso del proyecto, el Gobierno buscará dilatarlo todo lo que pueda, bajo el pretexto de que debe ser un tema analizado y trabajado en profundidad para encontrar una "reforma integral" y dejar de "poner parches" frente a la situación económicamente sensible que atraviesan los jubilados. Con el receso de invierno por venir, y tras la jugada que maniobraron en la sesión especial del jueves pasado, hasta agosto como mínimo no habrá dictamen.
Agujero fiscal¿Por qué el Gobierno está tan reacio a aprobar esta reforma? El proyecto de jubilaciones que aprobó la Cámara baja con casi 2/3 de los votos amenaza la meta de superávit, ya que deriva en un costo fiscal adicional del 0,43% del PBI. Cabe aclarar que ese número estimativo, calculado por la Oficina de Presupuesto del Congreso, solo se refiere a lo que le costaría al Gobierno este año, y hay más de una variable en el proyecto que pone en jaque el equilibrio fiscal.
En primer lugar, una diferencia clave de la reforma es que, además de calcular el ajuste por inflación -como dispuso Milei en su DNU-, se le suma una variación anual del RIPTE, la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables, que sería de un 50% por sobre el IPC del último año. De esta manera, si la inflación decae, no se convertiría en un techo para los haberes jubilatorios, con la particularidad de que el adicional del RIPTE no se aplicaría si el salario real baja, solo si sube.
Este punto resulta impredecible para los cálculos del Gobierno que, además, tendría que compensar el 8,1% de empalme para recuperar lo comido por la inflación desde enero -que fue del 20,6%-, ya que el DNU solo contempla desde abril. Nadie habla de lo perdido en diciembre de 2023.
A la fórmula indexada y en variación anual con el RIPTE, se suma que el haber mínimo sea equivalente al 1,09% del valor de la Canasta Básica Total del adulto. Y, por sobre todas las cosas, el punto más sensible del proyecto es que el que obliga a la ANSES a cancelar las deudas con las 13 cajas previsionales provinciales no transferidas, con un plazo prorrogable hasta un año desde la sanción de la norma para cumplir con ese punto.
Guiños del SenadoCon 162 votos aliados entre la UCR y UxP en la Cámara baja, Milei anticipó que iba a vetar el proyecto y los trató de "degeneradores fiscales". Los diputados alegaron que con la reducción de Bienes Personales el costo fiscal es mayor que con la reforma jubilatoria -de 0,69%, en vez de 0,43%- mientras que encima con BP se beneficia el sector más adinerado. Cabe aclarar que esa interpretación no toma en cuenta las numerosas variables que conforman el proyecto de jubilaciones, y la reestructuración del esquema tributario que viene de la mano de Ganancias y Blanqueo en el paquete fiscal.
Al Ejecutivo y especialmente cercanos a la vicepresidenta, Victoria Villarruel, les preocupó la amplia mayoría que alcanzaron en Diputados y que podrían llegar a conseguir también en el Senado, con los puentes todavía más quebradizos. Aunque Milei vete el proyecto, el Congreso después puede insistir con mayorías de 2/3 y exponerse a eso a sabiendas sería pegarse un tiro en el pie.
En el Senado, el radicalismo se mostró amigable con Villarruel y colaboró para dilatar el tratamiento. Por lo pronto, el jefe de bloque de la UCR, Eduardo Vischi, le dio la derecha a avanzar con una reforma consensuada con el oficialismo, y además Martín Lousteau (UCR) irá con un proyecto propio que cuenta con el apoyo de una buena parte del bloque. El último probablemente no sea el más cercano al Gobierno, pero seduce que su iniciativa, por lo que había expuesto el jueves, por lo pronto no se metió con el pago a las cajas jubilatorias provinciales no transferidas.
Todos tienen en común que tomarán el IPC como cálculo. Lousteau habló de consensuar una recomposición en caso de que baje la inflación. Por su parte, el senador peronista "dialoguista" Edgardo Kueider también avanzará con una propuesta propia, que tampoco está sobre la mesa de forma concreta, pero ya anticipó que propondrá crear una unidad de cuenta previsional con una actualización por inflación diaria. Otra iniciativa, que ya cuenta con el apoyo del radical Pablo Blanco, Víctor Zimmerman, Flavio Fama y Daniel Kroneberger promueven algo similar: crear un índice de movilidad que contemple, también, el IPC, y sirva para recomponer "de emergencia" los haberes previsionales. "Todavía no tenemos una definición como bloque", alertó, en diálogo con este medio, uno de los disidentes radicales. El miércoles, después del feriado, esperan lograr convencer a que funcionarios vayan a exponer.