El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, desestimó este jueves cualquier tipo de acuerdo entre el presidente Javier Milei y el dirigente misionero Carlos Rovira para bloquear el avance del proyecto de Ficha Limpia en el Senado. 

Francos, aseguró que la versión carece de sustento y calificó de "ridícula" la idea de un supuesto pedido presidencial para frustrar la votación: "Milei no tiene contacto con Rovira", dijo el funcionario.

"Es una operación clara. Una falsedad total. El Presidente no habló con Rovira, ni siquiera tiene su número de teléfono", afirmó Francos en declaraciones a Radio Rivadavia. Así, el funcionario salió a desmentir versiones periodísticas que apuntaban a un presunto vínculo entre el Gobierno nacional y el exgobernador de Misiones.

Ficha Limpia: qué dijo Milei según su jefe de Gabinete

En tono crítico, Francos cuestionó la lógica del rumor: "Si yo presento un proyecto y logro que se apruebe en Diputados, ¿de qué me disfrazo para pedir que lo frenen en el Senado?", ironizó el jefe de Gabinete. Y agregó que Javier Milei no ordenó a nadie voltear la iniciativa ni dio indicaciones en ese sentido.

Quiénes cambiaron su voto y por qué: el foco en Misiones

Consultado sobre el giro de los senadores misioneros Sonia Rojas Decut y Mario Arce, quienes inicialmente apoyaban el proyecto y luego votaron en contra, Francos atribuyó esa decisión a "una instrucción de la provincia". "Ellos son los que tienen que dar explicaciones. Traicionaron lo que habían sostenido", lanzó.

"Ningún funcionario hizo algo distinto a lo que dijo el Presidente", sentenció el jefe de Gabinete.

Francos aseguró además que ningún integrante del Gobierno nacional tuvo contacto con Rovira para influir en el resultado de la votación. "Ningún funcionario del Gobierno podría estar haciendo algo distinto a lo que el Presidente indica", remarcó.

Ficha Limpia cayó en el Senado 

Las declaraciones del ministro coordinador se producen en medio de fuertes cruces entre La Libertad Avanza y el PRO, luego de que el proyecto Ficha Limpia —que buscaba impedir que personas con condenas por corrupción accedieran a cargos electivos— fuera rechazado en el Senado por apenas un voto. La iniciativa no podrá volver a tratarse hasta 2026.