SENADO

UxP pidió sesión por los jueces de la Corte y LLA redobló la apuesta con Ficha Limpia

El pliego de Mansilla formalizó su dictamen de rechazo hoy. La oposición quiere voltear los pliegos para defender al Senado ante los nombramientos en comisión y el oficialismo retrucó con otro pedido de sesión para Ficha Limpia, que podría superponerse. Decide Villarruel

DRomero

Luego de que la oposición del Senado hoy lograra finalmente concretar el dictamen de rechazo de Manuel García Mansilla, el nuevo juez de la Corte Suprema que designó el presidente Javier Milei por decreto, Unión por la Patria hizo un pedido de sesión para tratar su pliego y el de Ariel Lijo el próximo jueves 20 de marzo. En simultáneo, el oficialismo impulsó otro pedido de sesión para tratar el proyecto de Ficha Limpia y la declaración de emergencia en Bahía Blanca, sin fecha.

Como contó BAE Negocios, la oposición buscaba firmar el dictamen de Mansilla para poder llevarlo al recinto sin necesidad de conseguir dos tercios para tratarlo sobre tablas. El pliego de Lijo, el segundo candidato del Gobierno, ya tenía dictamen. De esta manera, ahora ambos podrán ser rechazados con 37 para el quórum y máximo 25 votos en contra, puesto que basta con bloquear los dos tercios de los presentes, la mayoría especial requerida para aprobar a un juez.

La intención de la oposición es avanzar en contra de los jueces designados en comisión por una defensa “institucional” del Senado, aunque las distintas posturas de los bloques frente a ambos pliegos divide las aguas. Por un lado, algunos radicales y aliados del oficialismo sostenían que Mansilla es idóneo ante la Corte, pero UxP no lo respaldó porque pedía una negociación para ampliar la Corte Suprema o reemplazarlo, en su defecto, por una juez mujer. Unieron fuerzas cuando aceptó ser designado por decreto y los que lo apoyaban ahora buscan desplazarlo.

 

UxP firmando el dictamen de García Mansilla esta mañana 
UxP firmando el dictamen de García Mansilla esta mañana 

El caso de Lijo es distinto: se presumía que sí contaba con el apoyo de una buena parte del peronismo, aunque nunca mostraron sus cartas, y UxP incitó su rechazo explícito cuando Milei lo designó por decreto. Sin embargo, el juez federal nunca renunció a su cargo, por lo que no asumió frente al máximo tribunal -aceptó tomarse una licencia, pero la Corte la rechazó- y, con eso, se abre de vuelta el panorama para que tenga botones verdes de la bancada de José Mayans.

En este contexto es que La Libertad Avanza presentó otro pedido de sesión, con las firmas de Ezequiel Atauche, Bruno Olivera, Vilma Bedia, Juan Carlos Pagotto e Ivanna Arrascaeta, para tratar el proyecto de Ficha Limpia. La iniciativa, que ya tiene la aprobación de la Cámara de Diputados, obtuvo dictamen en el Senado durante las sesiones extraordinarias, sin cambios.

Este pedido no tiene una fecha de convocatoria -"en día y hora que estime pertinente", expresa el documento-, por lo que la vicepresidenta y presidenta del Senado, Victoria Villarruel, puede decidir cuándo llamar a sesión al respecto. La interpretación rápida es que lo hará el próximo jueves, para cuando la oposición pidió tratar los jueces, para bloquear la sesión del kirchnerismo, pero las fuentes cercanas a la vice no confirmaron aún la estrategia. Lo cierto es que en el Senado, a diferencia de Diputados, ella como titular tiene la potestad de decidir sobre la convocatoria.

Además, también se incluye un proyecto de la senadora de UxP Juliana Di Tullio, que tiene dictamen, para declarar a Bahía Blanca zona de emergencia, una iniciativa que ayer fue aprobada en paralelo en Diputados por unanimidad. Según explicaron del oficialismo, apuraron el pedido de sesión sin la “media sanción” porque todavía no se remitió al Senado, pero es probable que en el momento cambien el expediente para darle sanción definitiva. “Querían dar un golpe de efecto con eso, era una forma de incorporarlo al temario. Después pueden corregir”, aclararon.

Ariel Lijo y Manuel García Mansilla
Ariel Lijo y Manuel García Mansilla

¿Retiran los pliegos?

Un eventual rechazo de los pliegos podría desatar una judicialización de la Corte Suprema, ya que Mansilla ya juró como juez. Si bien trascendió que el jefe del bloque radical, Eduardo Vischi, quiere negociar con el Gobierno el retiro de los pliegos para que estos no se rechacen, en el Gobierno no quieren dar marcha atrás.

En lo que respecta de Mansilla, en Casa Rosada sostienen que su lugar en la Corte Suprema se mantendrá firme hasta el 30 de noviembre porque la designación por decreto es una atribución aparte del acuerdo del Senado y el máximo tribunal ya la avaló en el momento en que le tomó juramento. Esa interpretación jurídica no coincide con lo que piensan en el Senado: discuten que la Cámara, al tener la facultad última de designar a los jueces, si rechazan el pliego Mansilla debería dejar inmediatamente su puesto.

“Lo decidirá la Corte”, dicen en Balcarce 50, en donde no temen una eventual judicialización de los magistrados a pesar de que hay Cámaras Federales que ya adelantaron que no van a reconocer las sentencias de la Corte con integrantes rechazados por el Senado. Mansilla podría renunciar, si así lo quisiera. 

En el Gobierno tampoco mostraron ánimos de retirar el pliego de Lijo. El juez federal apuesta a tener los votos en el Senado escondidos bajo la alfombra y el Gobierno tomó la decisión de dejar abierta esa puerta

Un retiro de los pliegos también debería ser votado por la Cámara: en ese sentido, algunos sostienen que puede haber más voluntades a favor de retirar los pliegos que de votarlos por sí o por no. También pueden haber faltazos de quienes no quieran exponerse: en ese caso, al necesitar de los dos tercios de los presentes para ser aprobados, el número que necesitarían para voltearlos sería menor.

Al puñado de UxP que reclutó Mayans puede sumarse un buen número de radicales: en principio, Martín Lousteau, Pablo Blanco y Maximiliano Abad, quienes ya se anticiparon en contra de la designación de jueces por decreto. A la tropa se suma Guadalupe Tagliaferri, del PRO, y el exlibertario Francisco Paoltroni.

Escenario fragmentado

El escenario, de todos modos, tiene fracturas entre todos los bloques. Además del rechazo del PRO, principal aliado de LLA, a la candidatura de Lijo; y los peronistas que sí quieren aprobar al juez federal; se suma que dentro del radicalismo los que solían jugar en conjunto hoy mostraron más diferencias: lo dejó en evidencia el dictamen de Mansilla.

Mientras que Tagliaferri, presidenta de la comisión de Acuerdos, convocó a una reunión hoy a las 11 para que se valide la novena firma para el dictamen de Mansilla, en el radicalismo criticaron que Abad no aportó su firma para avanzar con el despacho de comisión. La jugada por Mayans fue lo único que pudieron hacer para destrabar el dictamen, puesto que Tagliaferri no le reconocía su aporte dado que no estuvo en la audiencia de Mansilla meses atrás, pero podría haberse evitado si se sumaban al menos un radical.

Los dictámenes de rechazo juntaron firmas de siete de UxP -con Mayans-, y otro de la larretista del PRO y Lousteau, presidente de la UCR Nacional. Abad se rehusaba a poner su firma, a pesar de estar a favor de rechazar los pliegos, porque no quería formar parte de la “especulación” y Lousteau lo enfrontó en plena comisión.

Estuvieron especulando con que esta sesión, que corresponde para defender a la Constitución, no se hiciera”, lanzó el porteño, quien acusó a Abad de haber ido tarde a la comisión -Carolina Losada y Mariana Juri, las otras dos integrantes, no asistieron directamente-. “La verdad es que soy calentón, pero no hipócrita. Y lo voy a decir: me da vergüenza, hoy, mis compañeros de bloque vinieron cuando ya había quorum. Y no me lo voy a callar”.

En definitiva, Abad sí había llegado a tiempo. “Lo que me llama la atención es que los que acusan a otros de hipócritas, son los que critican al kirchnerismo habiendo sido ministros del kirchnerismo”, contestó el bonaerense.

La dupla, hasta ahora, habían actuado en coincidencia la mayoría de las votaciones junto a Tagliaferri. Esta interna en el Senado se suma a la diferencia que mantiene Lousteau con el sector del radicalismo que responde a Vischi, cercano al oficialismo.

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