La sesión especial en la Cámara de Diputados concluyó estrepitosamente en medio de un escándalo que tuvo como clímax la pelea a puños entre los diputados Oscar Zago, del MID, y Lisandro Almirón, de La Libertad Avanza (LLA).

El cruce pugilístico ocurrió luego de que libertario increpara a Zago a los gritos al tildarlo de traidor por dar quorum a la sesión, cuando la diputada de Unión por la Patria (UxP) Victoria Tolosa Paz había pedido un emplazamiento de comisiones para tratar la quita de facultades delegadas al presidente Javier Milei y la confirmación de las autoridades de las comisiones, con lo que se abría la posibilidad de que Marcela Pagano fuera repuesta al frente de Juicio Político. Es el primer paso que necesita el peronismo para intentar hacer correr el juicio político al jefe de Estado.

Sorpresivamente, las oficialistas Rocío Bonacci, Pagano y el propio Zago, estaban en sus bancas colaborando con un quorum precario, lo que desató la ira del bloque oficialista.

Frente a los reproches Zago se le fue al humo y empezó a forcejear y a lanzar manotazos a puño cerrado contra Almirón, quien no se quedó atrás y le devolvió los golpes.

El representante del MID mantiene cuentas pendientes con buena parte del bloque oficialista. El porteño llegó a la Cámara baja en la lista libertaria y presidió el bloque violeta durante los primeros meses de la gestión de Javier Milei.

Sus diferencias con el círculo de poder interno en LLA, en especial con la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, lo llevaron al ostracismo, primero perdiendo la representación de la bancada en la Cámara baja y, luego, abandonando el bloque.

El detonante tuvo que ver, justamente, con la designación de Pagano, por el cual Zago contaba con acuerdo político para concretar y que, sobre la hora, Karina Milei, en combinación con el titular de la Cámara baja, Martín Menem, frustró anulando la reunión de comisión que avanzó con los nombramientos, lo que finalmente no prosperó.

Ese episodio determinó la salida de Zago del bloque. Ayer, estuvo a punto de tomarse revancha en el pleno del recinto. Sin embargo, frente al escándalo, Menem se apuró a levantar la sesión por falta de quorum.