Argentina desarrolla un satélite para conocer los secretos detrás de los colores del mar
Un grupo de 12 investigadores espera que con este satélite se pueda acceder a información de alta calidad sobre el Mar Argentino. Si bien tiene componentes traídos de afuera, su desarrollo total se realizó en Argentina. Ahora, se espera avanzar con el modelo de vuelo
Argentina construye un nuevo satélite de desarrollo nacional equipado con sensores ópticos capaces de reconocer sutiles variaciones en el "color" del mar, que permitirían generar información valiosa para los ámbitos científico, productivo y de toma de decisiones.
Se trata del Satélite de Aplicaciones Basadas en la Información Ambiental del Mar, (SABIA-Mar), que espera ponerse en órbita para el 2024.
Desarrollado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), el mismo prevé completar la fase de diseño durante este año, y podrá brindar información y productos para el estudio de la productividad primaria del mar, los ecosistemas marinos, el ciclo del carbono, la dinámica de las aguas costeras, el manejo de recursos pesqueros y la calidad del agua en costas y estuarios.
El satélite pesará alrededor de 650 kilos, tendrá paneles solares que alcanzarán nueve metros y medio de envergadura, y podrá operar en una órbita polar a 700 metros de altura. Además, es la continuación del SAC-D Aquarius, otro cuerpo similar que también realiza estudios del mar.
La investigadora principal del proyecto, Carolina Tauro, dialogó con Télam respecto a la importancia de poder detectar las variaciones del color de las aguas del Mar Argentino, ya que “puede decir mucho acerca de la composición del agua y esa información podemos utilizarla para distintas aplicaciones científicas y productivas”.
Para poder llevar a cabo esta actividad, el satélite posee en su interior una serie de cámaras que “son muy sensibles dentro del rango visible del espectro electromagnético” y pueden registrar las más mínimas sutilezas en la tonalidad del agua. Como resultado, se podrá obtener información de alta calidad sobre el mar.
“Somos una decena de investigadores los que llevamos adelante la tarea de fabricar los algoritmos con los que buscamos inferir las propiedades biofísicas del agua a través de su color, para esto disponemos de herramientas cómo los datos que producen satélites similares y simulaciones que corremos a partir de emular características particulares del dato que deberá observar el satélite”, explicó.
Además, la integrante del proyecto señaló que ya existen otros satélites que captan imágenes del Mar Argentino, pero como responden a las necesidades de sus países de origen, puede que la información que capten no sea tan precisa. “La misión SABIA-Mar viene a proveer de los datos satelitales más fiables del Mar Argentino en cuanto a resolución y a la variable biofísica”, afirmó.
La doctora en física también apuntó a la alta concentración de clorofila A, es decir, el pigmento verde de las algas, y que se encuentra en el agua y puede señalar “cuánto fitoplancton hay” en el mar. "Es el primer eslabón de la cadena trófica marítima y un indicador ambiental extraordinario para el monitorio del cambio climático ya que la mayor parte de la fotosíntesis ocurre en el mar", agregó.
Por su parte, el jefe del Proyecto SABIA-Mar, Leonel Garategaray, explicó a la agencia de noticias que la misión tiene dos cámaras principales que “miran el espectro visible y el infrarrojo cercano”, una cámara de resolución espectral especial para vigilar el Mar Argentino y la posible presencia de buques poteros, un espectrómetro, y un GPS y DCS (sistema de colección de datos).
Todo el desarrollo de la misión se llevó a cabo en Argentina, por lo que se trata del primer proyecto dentro del área que el país desarrolla por completo. “Es un salto en independencia y soberanía porque demuestra que alcanzamos la madurez para el censado remoto de una parte muy importante del espectro radioeléctrico”, afirmó.
Garategaray ponderó que "si bien algunos componentes se adquirieron en el exterior, todo el desarrollo de la misión en su conjunto se hizo en el país, la serie SAC se hizo en cooperación con la NASA y la serie SAOCOM utiliza tecnología de radar, por lo que SABIA-Mar es la primera misión óptica que argentina desarrolla por completo lo que en sí mismo es un salto en independencia y soberanía porque demuestra que alcanzamos la madurez para el censado remoto de una parte muy importante del espectro radioeléctrico".
Mientras tanto, Garategaray constató que, este año, están construyendo el modelo de ingeniería mientras aguardan a que lleguen nuevos componentes. Ahora, el siguiente objetivo es avanzar con el modelo de vuelo, para el que ya se están haciendo los paneles solares en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
“También estamos en etapas avanzadas del desarrollo del segmento terreno y de los algoritmos con el objetivo con congelar el diseño de misión", agregó el jefe de SABIA-Mar, quien aguarda que este año se pueda realizar la Revisión Crítica de Diseño de la Misión (SABIA-Mar Mission CDR), un análisis técnico multidisciplinar para consolidar el diseño y verificar que se pueda cumplir con los requisitos establecidos.
El científico remarcó la gran importancia de las empresas y organismos que trabajan en el proyecto del satélite, entre ellas Investigaciones Aplicadas (INVAP), Vehículo Espacial Nueva Generación (VENG), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la Universidad de La Plata (UNLP), IMER y Ascentio, entre otros.