Este es el calefactor más ineficiente de tu casa

En invierno, su uso se dispara y la factura lo delata: puede consumir más del doble que un televisor prendido las 24 horas. Agenda de consumo y eficiencia energética

BAE Negocios

Durante la temporada de frío, el uso de electrodomésticos para calefaccionar se vuelve central en los hogares argentinos. En el comedor, uno de los ambientes más habitados, un aparato habitual lidera el ranking de los más ineficientes.

A simple vista no parece una amenaza para el bolsillo, pero cuando llega la factura eléctrica, su impacto es inconfundible. El consumo que genera duplica —y en algunos casos triplica— al de otros dispositivos que permanecen encendidos todo el día.

Se trata de la estufa eléctrica. Según los registros de consumo, artefactos como los caloventores o radiadores de aceite pueden utilizar entre 1500 y 2000 watts por hora, frente a los 300 o 400 watts de un televisor encendido de forma continua.

Por qué la estufa eléctrica resulta tan ineficiente

Estos calefactores funcionan mediante resistencias que transforman la electricidad en calor. Aunque son de uso simple y no requieren instalación, su eficiencia energética es baja. El rendimiento empeora en viviendas mal aisladas o en zonas donde el frío persiste durante varias horas al día.

"En hogares sin buen aislamiento, este tipo de calefacción se vuelve una carga económica difícil de sostener", señalan especialistas en eficiencia energética.

El contraste con otros dispositivos del comedor

Mientras la estufa eléctrica demanda una gran cantidad de energía desde el primer minuto, aparatos como televisores, computadoras o lámparas LED operan con consumos más bajos y estables. Además, estos últimos permiten alguna forma de regulación o suspensión automática, algo que no ocurre con la mayoría de las estufas eléctricas portátiles.

Por qué se sigue eligiendo

El bajo precio de compra, su tamaño compacto y la rapidez con la que calientan un ambiente explican su popularidad. Sin embargo, esa elección suele volverse costosa con el paso de los días: la comodidad inmediata implica un alto gasto energético.

Qué alternativas hay

Los aires acondicionados con tecnología inverter, los paneles calefactores y las estufas a gas natural son opciones más eficientes. También lo son algunas medidas pasivas: mejorar el aislamiento, sellar ventanas, usar cortinas térmicas o reforzar la ropa de abrigo dentro del hogar.

En un invierno con tarifas en aumento y picos de demanda energética, identificar al mayor consumidor oculto en el comedor puede ser el primer paso para reducir el impacto en las boletas.

 

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