Investigación sobre bienestar: los argentinos, menos felices y más estresados

Según el estudio privado, se registró un incremento del agotamiento laboral en el primer trimestre de 2024. Además, 7 de cada 10 personas están disconformes con su situación actual

BAE Negocios

El ánimo, la satisfacción y la serenidad de los argentinos no está en su mejor momento. Un informe privado, que mide temas de bienestar desde hace muchos años, identificó un incremento en los niveles de estrés y una disminución en los niveles de felicidad en 2024.

Como dato que habla por sí solo, uno de cada tres compatriotas afirma que se siente tan cansado que no puede realizar otras actividades después del trabajo. Todas estas revelaciones surgen del estudio realizado por el Observatorio de Tendencias de Insight 21, el hub de Conocimiento de Universidad Siglo 21. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la felicidad y el bienestar son elementos esenciales para el desarrollo de una comunidad. Contar con cierto nivel de bienestar permite a las personas afrontar el estrés cotidiano, asumir nuevos desafíos, trabajar de forma productiva o desarrollar su talento. En los informes presentados por Insight 21, se observa de manera sistemática un deterioro en la calidad de vida de los argentinos cuyos niveles de burnout se encuentran entre los más altos de los últimos años. 

Este año, disminuyeron con respecto a 2023 la felicidad y el bienestar: la mitad de los argentinos -50.7%- se siente satisfecho con su vida y 7 de cada 10 argentinos -63,4%- están disconformes con su situación actual. Sin embargo, se observó que los jóvenes de entre 18 y 29 años son el único grupo etario que muestra un aumento en los niveles de felicidad, mientras que los adultos de entre 50 y 59 años son quienes presentan la mayor caída. 

Los resposables del estudio afirmaron que "al tratarse de una cuestión multicausal, el aumento del estrés y la disminución de los niveles de felicidad se atribuye a una combinación de variables sociales, económicas y personales, como el capital social o la cohesión social. Es por ello que su abordaje también tiene que ser holístico, para así integrar todas las dimensiones que atraviesan el bienestar de la población".

Más quemados

El Observatorio encuesta anualmente más de mil casos con el Cuestionario de Burnout de Maslach (MBI). El análisis interanual de los datos obtenidos entre 2018 y 2024 demuestra un incremento significativo en el grado de estrés y agotamiento emocional en el último año: el 24% de la población afirma que la mayor parte de los días siente que no puede relajarse después del trabajo y que le cuesta cada vez más iniciar una nueva jornada laboral. Las personas entre 50 y 59 años son las que presentan niveles de burnout superiores a los demás grupos etarios, además de ser las menos felices.  

El   burnout  se  caracteriza  por  un  estado  de  agotamiento  em ocional, despersonalización  y  una  disminución  del  rendimiento  personal,  y  está estrechamente relacionado  con  factores  laborales  y  socioeconómicos. Mantener un entorno laboral saludable y equilibrado no solo ayuda a prevenir el burnout, sino que también promueve el bienestar, lo que a su vez puede mejorar la productividad  y reducir los costos asociados  con la salud y el ausentismo laboral.

"El bienestar emocional es crucial para el desarrollo de la población y, por ende, debe ser considerada una de las prioridades tanto en las políticas públicas como corporativas. Desde una perspectiva económica, el burnout y la baja felicidad no sólo afecta la calidad de vida de las personas y la cohesión social, sino que también repercute en la productividad. Por eso esta problemática requiere de una atención sostenida por parte de todo un ecosistema que integre sector público, privado, tercer sector y academia", sostuvo Leonardo Medrano, Secretario General de Academia y Desarrollo de Universidad Siglo 21.

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