El terremoto de magnitud 7,8 que sacudió Turquía y Siria en la madrugada del lunes derrumbó casas y edificios en cuestión de segundos, dejando a los equipos de rescate luchando por encontrar sobrevivientes. El horror de la destrucción casi instantánea plantea la pregunta de por qué es imposible saber de los terremotos antes que ocurran.

Algunos usuarios afirmaron en redes sociales que los animales tenían comportamientos extraños instantes previos al terremoto. Según dijeron, los pájaros volaban erráticamente y los perros ladraban sin parar. Dichos comportamientos generan la idea de que los animales pueden detectar terremotos potentes antes que los humanos, una teoría que circula desde la antigüedad. 

De acuerdo a investigaciones científicas, los animales tienen la capacidad de percibir pequeñas ondas de pretemblores que recorren la Tierra segundos antes que se produzcan las ondas sísmicas más potentes. 

Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el comportamiento anormal de los animales en los segundos que preceden a un terremoto se explica por la diferencia entre dos formas de ondas sísmicas. Las ondas primarias, o P, son las primeras que emite un terremoto y viajan a varios kilómetros por segundo desde el epicentro. Según el USGS (siglas en inglés), son más perceptibles para los animales. Las ondas P van seguidas de ondas secundarias más fuertes, o S, que sacuden el suelo con un movimiento ondulatorio. "Muchos animales con sentidos más agudos son capaces de sentir la onda P segundos antes de que llegue la onda S", indica la guía del USGS.

Martin Wikelski, director del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal, afirma que los animales pueden ser capaces de percibir los terremotos incluso antes de sus precursores. "Tenemos un muy buen indicio de que los animales realmente sienten los precursores de los terremotos, y no es la actividad sísmica", dijo Wikelski a The Washington Post.

Wikelski publicó un estudio sobre el tema en 2020, donde los investigadores colocaron etiquetas electrónicas a vacas, perros y ovejas de una granja italiana para observar sus movimientos durante varios meses cuando se detectaban terremotos en las proximidades. Descubrieron que los animales eran inusualmente "superactivos", es decir, que se movían de forma continua durante más de 45 minutos, antes de siete de los ocho grandes terremotos detectados en las proximidades.

A raíz de ese suceso, el estudio desarrollado con dispositivos que Wikelski describió como "pequeños teléfonos móviles para animales", sugiere que los animales pueden ser capaces de detectar terremotos potencialmente más de 12 horas antes que los humanos, mucho antes de cualquier previsión de seísmo.

Sin embargo, aún no están claras las razones por las que los animales reaccionan de forma inusual. "Hay indicios de que pueden decirnos algo. Aún no sabemos cómo lo hacen", explicó. Cree que su capacidad para percibir el peligro puede estar relacionada con su capacidad para comunicarse entre sí.

La capacidad de comunicarse entre sí, un factor que según Wikelski podría influir en el comportamiento inusual

"Al principio, las vacas se quedaron paralizadas, no se movían. Eso puso muy nerviosos a los perros, que empezaron a ladrar como locos. Y luego las ovejas se volvieron locas. Y todo eso empezó a volver locas a las vacas".

En el estudio de Wikelski, los animales pueden haber sido capaces de detectar terremotos con antelación hasta a 19 kilómetros de su epicentro, dijo. Según aclaró, Wikelski tiene intención de investigar más sobre si los animales de granja reaccionaban a los niveles de hierro liberados en el aire por la presión subterránea. "Hay otros factores que estos animales parecen captar, pero eso sigue siendo una caja negra", dijo el investigador.

Sin embargo, una revisión de 2018 sobre 700 reclamos registrados de comportamiento animal anormal antes de los terremotos pidió más pruebas antes de sacar conclusiones. Los investigadores se centraron en la cuestión de si los animales podrían tener la capacidad de detectar terremotos antes que las máquinas sísmicas. Muchos ejemplos históricos de animales que se comportan de forma extraña podrían explicarse por presismos sísmicos segundos antes de las ondas sísmicas mayores, sugirieron los científicos responsables de la revisión de 2018. Gran parte de las pruebas existentes, según dijeron, eran demasiado anecdóticas y retrospectivas para ser fiables.