La pandemia del coronavirus tuvo incidencia en muchos aspectos de la vida. Desde las formas de trabajo hasta las formas de cuidarse, el aislamiento y los cambios de costumbres marcaron un antes y un después en todo el mundo. En Argentina, se publicaron los resultados definitivos del Censo Nacional realizado en 2022 por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), y se evidencia un efecto más: la natalidad se redujo tras la pandemia.

En el caso de los índices demográficos por sexo y edad, la pirámide poblacional lo demostró: la cantidad de niños de entre 0 y 4 años disminuyó 1% con respecto al Censo 2010, lo cual marca un descenso de la natalidad en el transcurso de los 12 años que pasaron entre censo y censo.

Debido a la caída de la fecundidad, se ve una disminución de la carga de dependencia de las personas menores de 15 años. Desde el año 1991, el índice de dependencia de personas jóvenes descendió 17,3 puntos. 

Por otro lado, el envejecimiento demográfico generó un aumento de la relación de dependencia de personas mayores, que en los últimos 30 años subió 3,4 puntos porcentuales.

La pirámide poblacional regresiva de este censo, entonces, confirma una tendencia que se ve a nivel mundial: no solo hay una menor cantidad de nacimientos, sino que la población económicamente activa está envejeciendo. 

Juan Camisassa, magíster en Economía y coautor del informe "Odisea demográfica" explicó a Télam que entre 2014 y 2020 la fecundidad presentó "la caída más grande" registrada hasta el momento.

"Es probable que la cantidad de niños/as que se esperaban tener en 2022, según las proyecciones de 2010, hoy sea mucho menor, porque esa caída tan abrupta en la fecundidad y, sobre todo, en la fecundidad adolescente -gracias a cuestiones culturales y mayor acceso a la información y a métodos anticonceptivos- era imposible de prever en 2010", estimó Camisassa.

Estructura de la población, por sexo y grupo de edad. Fuente: INDEC

No es lo único: también se debe considerar el proceso que el país atraviesa Argentina, junto con otros de Latinoamérica, que incluye el fenómeno denominado "transición demográfica". En este proceso se produce una caída primero de la mortalidad y después de la natalidad.

Sin embargo, no dura para siempre. "Si la población empieza a envejecer, como tenemos pocos niños, también en el futuro va a haber menos gente para mantener a esa población adulta mayor, cada vez más numerosa", explicó Jorge Paz, doctor en Economía y en Demografía.