La Cámara de Diputados mantuvo el veto del presidente Javier Milei a la Ley de reforma jubilatoria, que buscaba aumentar y fijar una modalidad de actualización para los haberes previsionales. 

La Cámara Baja necesitaba al menos dos tercios de votos a favor para revertir el veto a la nueva movilidad jubilatoria, un proyecto de ley que impulsó la oposición. Sin embargo, con el respaldo de los bloques de La Libertad Avanza (LLA), el PRO y algunos radicales, la votación cerró con 153 votos a favor de la ley, 87 en contra y 8 abstenciones.

Se necesitaban 166 diputados para que el veto de Javier Milei quedara finalmente sin efecto. Sin embargo, por una diferencia de 13 votos, el Congreso validó la decisión del presidente.

El veto causó repudio e incidentes en las afueras del Congreso, donde se movilizaron jubilados y la ciudadanía en general, junto a organismos sociales y partidos opositores, para reclamar una recomposición en los haberes con un nuevo aumento que les permitiera cobrar, al menos, una jubilación base por encima de los $300.000. En septiembre, un jubilado cobra $234.540,23 de mínima y, con el bono de $70.000, alcanza los $304.540.

 

Qué proponía la reforma jubilatoria vetada

La reforma jubilatoria que fue vetada por el presidente Javier Milei, una decisión acompañada por el Congreso, proponía un esquema de actualización de los haberes de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor (IPC) o inflación. 

Este esquema de aumentos ya se utiliza, debido a que en marzo Milei decretó que las jubilaciones, pensiones y otras asignaciones de Anses se actualizarían todos los meses, según el IPC de dos meses atrás. Esta normativa dejó sin efecto a la vieja fórmula de movilidad jubilatoria, que establecía aumentos trimestrales con un cálculo que tenía en cuenta el 50% de la recaudación de la Anses y otro 50% de la variación de los salarios. 

La novedad en la reforma jubilatoria era que se incorporaba un aumento adicional del 8,1% como retroactivo a los haberes de abril. El Gobierno ya había otorgado un 12,5% y el objetivo del porcentaje adicional que proponía la ley debatida en el Congreso era completar el 20,6% de la inflación de enero. 

La nueva ley también fijaba que el haber mínimo no podía estar por debajo del valor de la canasta básica total (CBT) de un adulto multiplicada por 1,09. El último dato oficial de CBT, de agosto, fue de $304.170,44, que por 1,09 da un total de $331.545,78.

En contraposición al haber mínimo de $225.454 de agosto, e incluso al de septiembre, que es de $234.540, esa medida representaba una mejora en los haberes mínimos.

Por otra parte, proponía otro ajuste semestral según la variación salarial para que la fórmula de movilidad no dependiera solo de la inflación. En el caso de que el acumulado del IPC quedara por debajo de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estatales (RIPTE), los jubilados recibirían el 50% de la diferencia.

 

Entonces, ¿qué significa el veto a la reforma jubilatoria?

En este sentido, el veto a la reforma jubilatoria significa que seguirá vigente el actual sistema de actualización de las jubilaciones, establecido por el Decreto 274/2024 sancionado en marzo de este año,no se dará el aumento adicional del 8,1% y los jubilados quedarán, una vez más, por debajo de la canasta básica total. 

 

Cuánto cobra un jubilado en septiembre y octubre

• En septiembre hubo un aumento del 4% por la inflación de julio. El haber mínimo se ubica en $234.540 y, con un bono de refuerzo de $70.000, se cobra un total de $304.540.
• En octubre ya está confirmado el aumento del 4,2% por la inflación de agosto. Los jubilados con haberes mínimos recibirán $244.414. Por el momento no se confirmó si habrá un nuevo bono.