Álex Pina y Esther Martínez Lobato, los responsables del súper exitoso "La casa de papel", tenían el desafío de lograr un nuevo producto, diferente, pero que no defraudara. "El embarcadero" es esa apuesta que, en clave de thriller romántico, consolida a ambos productores a la vez que cuestiona algunas convenciones culturales.

Alvaro Morte (el archifamoso "Profesor" de la serie de los ladrones enmascarados) es aquí Oscar, un hombre cuya muerte, apenas empezado el primer capítulo, desatará un verdadero drama y desnudará muchas mentiras. Está casado hace 15 años con Alejandra (Verónica Sánchez), una arquitecta bella, meticulosa y exitosa con la que aún no tuvo hijos porque cuando se embarazó hace tiempo, "nuestras vidas no encajaban con ser padres" tal cual ella explica sin vueltas. Alejandra se practicó un aborto entonces. Primera provocación.

Pero hay mucho más. Oscar llevaba una doble vida junto a Verónica (Irene Arcos), a quien conoció hace 8 años y es lo opuesto a su mujer: descontracturada, casi salvaje y autosuficiente, vive sola en una casa frente a la playa, en una zona rural.

La primera temporada consta de 8 episodios, y ya tiene asegurada una segunda parte

Cuando la policía se comunica con Alejandra para que vaya a reconocer el cuerpo de su marido, se descubre en una misma noche viuda... y cornuda. ¿Cómo podía estar él en la zona de Albufera, si horas antes la había llamado desde Frankfurt, donde había ido por un asunto de negocios?

Al trasladarse hacia la costa donde apareció el cadáver, Alex se entera de boca del detective que Oscar se suicidó, y que tenía un segundo teléfono celular que le revelará cosas tanto o más dolorosas que la propia desaparición física del hombre de su vida. La angustia que la carcome hará que enseguida se obsesione con "la otra": en una reacción esperable, decide ir a buscarla y contarle que ella es la esposa de Oscar. Acompañada de su madre (una interesante Cecilia Roth), su cuñada y la mejor amiga de la pareja, Alex emprende un trayecto que pondrá patas para arriba su existencia y le hará replantear todo su universo.

Al llegar, conoce a Verónica en el preciso instante en que enteraba de la mala noticia. Alejandra ve en ese momento, como en un espejo invertido, a una mujer rota porque perdió al hombre que amaba. Aún confundida, elige no revelar su identidad y hacerse pasar por una bióloga que está en la zona realizando un trabajo. Le da un nombre falso y se queda con ella esa tarde, compartiendo el duelo.

Ese encuentro provocará reacciones poco ortodoxas en la viuda, que de repente se encuentra intentando justificar ¿la infidelidad? ¿el poliamor? de su esposo, ya que Verónica "es muy atractiva, seguro tenía un enganche sexual con ella, porque sé que él me amaba" elabora Alejandra ante la mirada atónita de su familia.

Pero con el correr de los días, y ante las evidencias de que Oscar tenía efectivamente una vida paralela y muy diferente en aquella casa de playa, Alex se dispone a reconstruir y comparar ambas relaciones. ¿Es posible que amara a las dos, pero de distinta forma? ¿Por qué quiso morirse si tenían proyectos juntos?

El gran atractivo de esta historia quizá sea que, lejos de buscar venganza o algo parecido, Alejandra encuentra en Verónica la chance de ser, ella misma, otra mujer. Y estarán tan cerca una de la otra que se anticipa el nacimiento de una sororidad impensada entre ambas.

A través de flashbacks, se irá reconstruyendo los "dos" Oscar: uno es el formal, profesional y serio que se muestra enamorado de su esposa, la que vive con él una existencia cosmopolita. El otro, que vive en un estado "vacacional" ideal junto a Verónica: sexo en la playa, marihuana y días de sol sin relojes ni obligaciones, como sacados de una postal. El hombre que tenía todo, de alguna manera no quiso nada más.

"El embarcadero", con una primera temporada de 8 episodios, se emite por Movistar Series y atrae por su intrincada historia de amor y pérdida, a la vez que se cuestiona sobre la naturaleza de los sentimientos humanos y las reglas de lo moral.