Después del escándalo de La edad de oro, Buñuel llegó a filmar otra película en España antes de un largo exilio que lo transformó en un genio del cine mexicano.

Esa otra película es Las Hurdes, tierra sin pan, su único documental. En principio es -debería ser- un retrato de la miseria en un pueblo perdido de España. Pero si algo no tenía Buñuel era alma de buen samaritano; y mucho menos de justiciero social. En ese pueblo miserable con una tasa increíblemente alta de discapacitados, el hombre decide retratar lo extraño, lo grotesco, lo horroroso que puede ser el mundo humano como si de un universo extraterrestre se tratase.

Es un cine cruel, por cierto, y también forzosamente surrealista. Pero por eso mismo, por su desapego y su mirada irónica y quirúrgica, resulta de una enorme precisión, y en el fondo mucho más efectiva que las películas seudomesiánicas que señalan con el dedo. Disponible en Qubit.TV