La Casa del Dragón: los desafíos de su segunda temporada, a horas del estreno
Tras dos años de espera, la segunda temporada de la precuela de Game of Thrones llega este domingo 16 de junio con muchas batallas por librar, sangre por derramar y dragones para disfrutar. ¿Llegará a equiparar en popularidad a su antecesora? En BAE Negocios vimos sus primeros episodios y he aquí las conclusiones, sin spoilers.
El maravilloso y muy extenso libro “Fuego y sangre” de George RR Martin en que se basa la serie La Casa del Dragón, que Max y HBO estrenarán este domingo 16, le da vida a muchas de las leyendas que los personajes de Juego de Tronos nos contaban.
Situado 300 años antes de los hechos de la icónica historia que batió records y tuvo 8 temporadas al aire, la primera entrega de House of the Dragon se estrenó en 2022 y tuvo que “remar” un poco para situarnos en este Westeros dominado por los dragones y los egos de los Targaryen.
En pocos capítulos, la serie debió preparar a la audiencia para lo que será el plato fuerte de la historia: la legendaria Danza de Dragones que esta tardía segunda entrega comienza a desarrollar a partir de la muerte, al final de la primera temporada, de Lucerys Targaryen a manos de su violento tío Aemond, quien se vengó fuerte de aquella pelea en que el joven hijo de Rhaenyra le sacó un ojo.
Así llegamos a esta etapa en que la guerra por el trono se torna cruenta: desplazada la hija del dubitativo rey Viserys por los Hightower, que instalaron como soberano al inmaduro Aegon II, ese asesinato solo desatará una cadena de muertes entre familiares, aliados y nuevos enemigos que desangrarán Poniente como bien saben los conocedores de la saga.
Y esta segunda temporada es de las chicas: Rhaenyra Targaryen (Emma D’arcy) y Alicent Hightower (Olivia Cooke) son los cerebros de esta puja que suelen ir detrás del músculo de sus hijos, maridos, padres, consejeros y funcionarios, que siempre quieren tomar el camino de las armas. ¿Es acaso posible otra alternativa?
El duelo de madres sufrientes, que eran amigas -una de las tantas licencias para esta adaptación que el autor se tomó a sí mismo y que difieren de su libro- y ahora son rivales, marca el pulso de los primeros capítulos donde hay menos acción de lo que uno espera y mucho diálogo político.
Al fin y al cabo, si bien los poderosos dragones son los que moverán la aguja en la guerra, es en los pasillos, burdeles y los aposentos de los castillos donde se deciden los destinos de miles de personas.
Con Daemon Targaryen (Matt Smith) actuando como corresponde a su rol -impulsivo, poco amigo del consenso y amante de la batalla- es el rol de Sir Criston Cole (Fabien Frankel) quizás el más interesante dada su evolución y ascenso en la Fortaleza Roja, que solo nos hará detestarlo más.
Cabe destacar que “Fire & Blood” es muy violenta y explícita; estas eran épocas duras para todos y solo los más crueles o astutos sobreviven. La serie claramente suaviza varias escenas y situaciones; quizás porque también se emite por televisión.
La reina “aspirante” Rhaneyra debe tomar decisiones imposibles casi todos los días en la soledad de Rocadragón (Dragonstone), mientras los Targaryen “legales” abusan de su poder en todos los ámbitos y confirman las leyendas que decían que en esta familia de cabellos platinados todos estaban un poco locos.
Los Velaryon, parientes lejanos de los Targaryen, también originarios de la destruida Valyria, comienzan a tener mayor peso en las hostilidades por venir.
Hay intrigas palaciegas, algo de sexo bastante “ilustrativo” y no vendría mal tener a mano un “ayuda memoria” de quién es quién en cada familia, casas mayores y menores para acoplarse a la dinámica de una historia con muchos personajes.
Quizás el mayor desafío de House of the Dragon sea convencer a los fans de que es una digna precuela de Game of Thrones, cuya narrativa fue de menor a mayor y terminó atrapando a las audiencias de todo el mundo.
Cierto es que en este libro no hay componente sobrenatural -hay algún guiño metido a la fuerza aquí, ausente en la obra original- y que en el imaginario del fandom calaron muy hondo personajes como Jon Snow o Daenerys Targaryen. El tiempo dirá si esta serie quedará a la altura; pero tiene con qué.