La canasta de servicios públicos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) aumentó 526% desde diciembre de 2023 hasta septiembre de 2025, un ritmo que triplica la inflación del período, estimada en 164%. El dato surge del informe mensual elaborado por el Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP, dependiente de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.

El relevamiento, a cargo de Alejandro Einstoss y Julián Rojo, indicó que en septiembre un hogar promedio del AMBA sin subsidios destinó $173.625 a cubrir sus necesidades de transporte, energía eléctrica, gas natural y agua potable. Esa cifra representa una baja mensual del 7,7% por estacionalidad, aunque marca un aumento interanual del 26%.

La suba interanual se ubicó por debajo del índice general de precios, estimado en 31% para el mismo período. Sin embargo, en lo que va de 2025 la canasta acumula un alza del 24%, mientras que la inflación suma 21%.

Al desagregar por rubros, el transporte mostró el incremento más fuerte, con un alza del 33% frente a septiembre de 2024, al pasar de $56.228 a $74.692. El agua aumentó 23% ($24.762 a $30.466), el gas natural también 23% ($28.342 a $34.765) y la electricidad 18% ($28.544 a $33.703). El transporte aportó 13 de los 26 puntos porcentuales de la suba interanual total, mientras que el agua y la energía sumaron 4 p.p. cada una y el gas 5 p.p.

El informe remarcó que las tarifas cubren, en promedio, el 50% de los costos reales, por lo que el Estado absorbe el 50% restante. No obstante, esa proporción varía según los servicios y los segmentos de hogares.

El peso de la canasta sobre los ingresos también se incrementó. En septiembre representó el 11,1% del salario promedio registrado ($1.564.013), lo que equivale a que un ingreso alcanza para comprar nueve canastas de servicios, frente a 7,8 en el mismo mes de 2024. Dentro de ese gasto, el transporte explicó el 43%, el doble que cualquiera de los demás servicios sobre el salario.

Finalmente, el documento incluyó un análisis del proyecto de Presupuesto 2026, que destina $11,4 billones a energía y transporte. Según el IIEP, el peso de esas partidas sobre el PBI resulta similar al de 2025.