Este fue un buen fin de semana para las recaudaciones cinematográficas de los EE.UU.: los dos estrenos grandes (la animada de Disney Encanto y el drama La casa Gucci) se llevaron, entre ambas, más de 60 millones de dólares de recaudación en el país de origen (40 y 20, respectivamente). Está muy bien en tiempos post pandemia. Pero presenta un problema: fue el fin de semana de Acción de Gracias, que suele ser de los que más gente llevan al cine. Y los números, en ese contexto, no son tan espectaculares.

Hay más: Encanto costó 150 millones de dólares (sin contar el marketing) y La casa..., 75 (ídem). Aunque las dos solo pueden verse en salas -lo que permitiría, en el largo plazo, cierto recupero-, difícilmente puedan recuperar la inversión. Esto es lo que sucede con casi todas las películas "grandes" que provee Hollywood, y que cada vez dependen más de los mercados extranjeros. Como comparación, ambas tuvieron proporcionalmente el mismo comportamiento en nuestro país (quedaron primera y segunda, con 130.000 espectadores Encanto y casi 35.000 La casa...).

Pero queda claro que la recuperación del negocio de las salas cinematográficas es y seguirá siendo complicada. Más allá del atractivo que propongan, sean o no de franquicias o superhéroes (en este caso eso no sucedió, lo que podría generar algo de optimismo), el problema consiste en la asistencia en salas. Es evidente que ayuda que las películas no tengan lanzamiento simultáneo en plataformas, pero ante el temor generalizado no alcanza. La recuperación, si finalmente ocurre y no deja muchos players en el camino, seguirá siendo lenta. Y siempre habrá "nuevas cepas" para preocuparse.