La discusión del aborto puede afectar la producción audiovisual en los EE.UU.
Controversia entre productores por una polémica disposición del estado de Georgia
Mientras en la Argentina el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo vuelve al seno parlamentario para intentar un nuevo tratamiento, el aborto es tema complejo y de implicancias económicas serias para la industria del entretenimiento audiovisual en los Estados Unidos. El pasado 7 de mayo, el gobernador del estado de Georgia Brian Kemp decretó la ilegalidad del aborto tras detectarse latidos en un feto. Eso llevó a una fuerte reacción en todos los Estados Unidos en protesta de tal prohibición. Mientras tanto, otros estados conservadores como Alabama, Ohio y Missouri, todos de los más conservadores del Sur del país. Ahora bien: Georgia es uno de los lugares de rodaje preferidos por la industria del cine y de la televisión de los Estados Unidos dados sus fuertes incentivos y rebajas impositivas para la producción. Sin embargo, muchas casa productoras amenazan con abandonar el Estado. Algunas, de hecho, ya lo hicieron, como el director de -nada menos- El cuento de la criada, Reed Morano, y las guionistas y comediantes Kristen Wiig y Annie Mumolo, han decidido buscar otras locaciones. El movimiento de boycott, además, crece. Mientras tanto, otros productores de audiovisual (entre ellos J.J. Abrams, Ron Howard y Jordan Peele, todos ellos de enorme peso en la industria) intentan una solución para no moverse de Georgia.
La nota que narra todos estos problemas salió en Variety, medio que señala que ninguna de las grandes empresas que han radicado parte de su producción en Georgia habló respecto de esta coyuntura. Ni Disney, ni Warner, ni Viacom, ni Fox, ni NBC, ni Amazon, ni Sony han realizado alguna declaración. Hay una excepción: Netflix. En una declaración exclusiva para ese medio, el director de contenidos del gigante del SVOD, Ted Sarandos, dijo que “tenemos muchas mujeres trabajando en producciones en Georgia cuyos derechos, con los de millones de otras, serán vulnerados por esta disposición. (…) Es por eso que vamos a trabajar junto con la ACLU y otras asociaciones para discutir esto en la corte. Dado que aún la legislación no ha sido implementada, vamos a seguir filmando en Georgia, pero contemplamos buscar otros lugares si eso sucede”. La ACLU, cabe aclarar, es la American Civil Liberties Union (Unión de Libertades Civiles de los Estados Unidos), una de las sociedades sin fines de lucro más activas en el campo de los derechos humanos en ese país.
El problema es mayúsculo: que pase la legislación anti aborto no solo es parte de la estrategia de la administración conservadora de Donald Trump para que, una vez que varios estados revoquen el derecho al aborto, se caiga la doctrina creada hace cincuenta años por el litigio Roe vs. Wade, sino que además la mudanza de producciones haría que uno de los estados más prósperos gracias al audiovisual pierda una gran cantidad de puestos de trabajo. Y el llamado al boicot recién está empezando y atrayendo a gran parte de la comunidad artística, que por otro lado tiene, también, una gran posibilidad de acceso a los medios.
El decreto de Kemp debe pasar varias instancias antes de convertirse en ley, y en cada una de ellas puede quedar fuera de combate. Para algunos, Kemp no tiene en cuenta el dinero y los puestos de trabajo que podrían perderse en tanto pueda convertirse en el “héroe” que lleve esa ley a la discusión de la Corte Suprema, lo que podría entonces ilegalizar nuevamente el aborto a nivel nacional. La propuesta podría ser ley el 1° de enero de 2020, lo que ha llevado a muchos productores a decir que van a “monitorear” la situación para decidir luego si se mudan o no. El impacto económico no es menor: en 2018, la producción audiovisual en Georgia generó 92.000 empleos y un impacto monetario de u$ 9.000 millones. El incentivo fiscal del estado es del una devolución del 30% de los impuestos, lo que generó la construcción de varios sets gigantes donde se han realizado, desde 2008, muchos contenidos de gran impacto, como la serie The Walking Dead, el filme Pantera Negra y la saga Los juegos del hambre, entre muchas otras. Eso se podría perder en caso de que el estado, finalmente, prohiba el aborto.