Quizás no lo sepan, pero el domingo pasado -sin ceremonia, sin cena, sin alfombra roja, sin publicidad, sin televisación- se entregaron los premios Globos de Oro. Ganó (Película dramática, dirección y algunos más) El poder del perro, de Netflix, y otro tanto Amor sin barreras en la categoría "comedia o musical". Sin embargo, pocos agradecieron el galardón y los resultados lo se dieron a conocer en Twitter. 

Los premios están malditos: desde que a principios de 2021 la NBC decidió no televisar la ceremonia 2022 tras la revelación de que no había miembros de minorías entre los casi setenta profesionales de la Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood, y de un boicot que llevó, entre otras cosas, a que estrellas como Tom Cruise devolvieran sus estatuillas (es cierto, las sospechas de corrupción alrededor de los Globos... han sido constantes, también la mirada hacia otro lado a la hora de recibir la estatuilla), Hollywood parece haberle dado la espalda al que se conocía como "antesala de los Oscar". 

¿Cómo fue? Simple: algunos periodistas se reunieron en el hotel Hilton de Los Angeles para brindar y comer alguna cosa mientras a la espera de los anuncios y que éstos se subieran a las redes sociales, junto con algunos clips de estrellas que pre grabaron saludos, como Arnold Schwarzenegger y Jamie Lee Curtis. Como se dijo, solo algunos de los ganadores agradecieron en las redes haber recibido la estatuilla -la web de la película Encanto, por ejemplo, que se llevó el premio a Mejor largo animado. Y poco más.

¿Qué pasará más adelante? Hace años que el Globo de Oro es cuestionado porque, realmente, nadie sabe bien cuáles son las reglas por las que un puñado de periodistas (en realidad, en su mayoría publicistas) que publican fuera de los EE.UU. deciden ganadores. En realidad, el mayor de los cuestionamientos, más allá de las corrupciones y la falta de diversidad, es ese: el de no saber por qué y cómo algo se nomina. La mayor promesa de la HFPA consiste, justamente, en transparentar sus métodos. Y la NBC prometió volver a traerlos a la TV... si se portan bien.