La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, advirtió sobre el riesgo de que la economía mundial se estanque en un escenario de bajo crecimiento y alto endeudamiento, si no se implementan reformas estructurales para liberalizar mercados y movilizar recursos. En el marco de las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial en Washington, Georgieva enfatizó que estas medidas son esenciales para evitar un impacto negativo en el empleo, los ingresos y las inversiones necesarias para enfrentar desafíos como el cambio climático.

Georgieva resaltó que la situación actual plantea un escenario preocupante para la economía global. "El riesgo es quedar atrapados en un entorno de bajo crecimiento y alto endeudamiento, lo que afectaría los ingresos públicos, limitaría la inversión y complicaría la generación de empleo", señaló durante una conferencia de prensa. La economista búlgara también subrayó que, aunque las tasas de interés están bajando y la inflación está siendo controlada por los bancos centrales, el crecimiento mundial sigue siendo "anémico" y el sentimiento económico entre la población es negativo.

El FMI mantuvo su previsión de crecimiento global en 3,2% para 2024, sin cambios respecto a las proyecciones de julio, pero redujo en una décima las expectativas para 2025, también al 3,2%. Este crecimiento medio anual a cinco años, del 3,1%, representa la perspectiva más baja en décadas. Además, Georgieva alertó sobre el peso creciente de la deuda pública, que se espera supere los 100 billones de dólares este año, lo que equivale al 93% del PIB mundial, y que podría acercarse al 100% en 2030.

Ante este escenario, el FMI presentó su agenda de políticas globales, centrada en dos prioridades: asegurar un aterrizaje suave para la economía y salir de la senda de bajo crecimiento y alto endeudamiento. Para lograrlo, Georgieva destacó la necesidad de reducir la inflación y de que los bancos centrales continúen con sus esfuerzos para estabilizar los precios. "Es fundamental que las autoridades económicas actúen sobre la deuda y los déficits, y comiencen a reconstruir los amortiguadores fiscales", afirmó.

Finalmente, la directora del FMI enfatizó la importancia de que los países adopten reformas progresistas que incluyan la reducción de la burocracia y mejoras en la gobernanza. Según los análisis del FMI, estas reformas podrían incrementar la producción en los países en desarrollo hasta en un 8% en un plazo de 40 años.

En cuanto al comercio global, Georgieva abogó por la protección de los beneficios derivados de la integración económica, señalando que el aumento de las tensiones internacionales y la fragmentación de los bloques económicos ponen en riesgo los avances alcanzados en las últimas décadas.