Organizaciones sociales y comedores populares que integran la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), se congregaron este martes a las puertas de los depositos que el Ministerio de Capital Humano posee en la localidad bonaerense de Florida, para que, según lo dispuesto por el juez federal, Sebastián Casanello, se haga entrega de la comida a los sectores más vulnerables.

La protesta, que estuvo encabezada por Alejandro Gramajo, secretario general de la UTEP y por Juan Grabois, referente de esa organización, tuvo lugar frente a los galpones que la cartera que conduce la ministra Sandra Pettovello, tiene en el partido de Vicente López, luego de que el juez Casanello intimara a la funcionaria a que en un plazo de 72 horas, le haga entrega  de “un plan de distribución de dichos alimentos en atención a su tipo, cantidad, fecha de vencimiento y grupo de destino, previendo su ejecución de modo inmediato”.

"Hemos sido testigos durante estos días de cómo han quedado al descubierto las cortinas de humo, las mentiras y los engaños que ha tratado de construir el Gobierno" de Milei para justificar "las políticas de desfinanciamiento" hacía los sectores más postergados", señaló Gramajo a BAE Negocios.

El dirigente social consideró que la negativa del Ejecutivo nacional de no entregar la mercadería -desconociendo de esa manera el fallo judicial-, así como los argumentos de que ello no sucedía debido a las auditorias que viene realizando Pettovello o a que esos alimentos están destinados a situaciones de emergencias, "demuestran el desprecio y el odio que tienen hacía los sectores populares".

Gramajo afirmó que en los barrios más pobres "hay familias que no llegan tener más que una comida al día", mientras Milei "realiza un show como el del Luna Park, lo que demuestra la insesibilidad y la falta de humanidad" de su Gobierno, al tiempo que advirtió "que el consumo de leche en niños y adolescentes bajó más de un 20 por ciento", mientras que en los galpones del Ministerio de Capital Humano hay más de un millón de kilos" de ese producto.

"Es preocupante la posición del Gobierno porque subestima una realidad de creciente conflicto", de lo que consideró que "debería tomar nota para no llevar al país a una situación de catástrofe y de violencia social", señaló el dirigente social.

Gramajo adujó además, que si al Poder Ejecutivo "no le gusta articular con los movimientos sociales", que la distribución de los alimentos "la hagan ellos mismos, porque lo central, "es que le llegue la comida a las familias humildes, porque sinceramente la situación es muy, muy grave".

Por su parte y durante la protesta, Grabois dijo que es "repugnante que haya millones de kilos de alimentos a unos metros y haya ollas populares vacías y gente que pasa hambre", al tiempo que evaluó que el Gobierno quiere "provocar una situación de caos, porque no quieren cumplir el fallo, que es clarísimo: tienen que repartir la comida".

"Me da mucha bronca" porque "ya no se trata de indiferencia, sino de cinismo, crueldad y sadismo", esgrimió el exprecandidato presidencial por Unión por la Patria, quien aseguró que no van a "caer en la provocación que nos quieren generar".

Grabois agregó que, "cuando un Gobierno no cumple ni con el Derecho, ni con las Constitución, ni la Justicia y cuando el Poder Judicial no se lo hace cumplir, es lícito y justo que a través de la resistencia no violenta, sin lastimar a ninguna persona, el pueblo haga justicia y consiga lo que necesita para que sus hijos vivan dignamente".

También instó a esperar a "que se cumplan las 72 horas del fallo", apostando a "que se puedan utilizar los canales de la democracia" para resolver la situación, aunque agregó que están "dispuestos a dejar nuestra sangre, porque nosotros no lastimamos a nadie".