GENERO Y NÚMEROS

Las mujeres son las más afectadas por la política económica de ajuste

Hayl avance de profesionales femeninas en sectores tradicionalmente masculinizados, donde históricamente existieron -y todavía existen- barreras para su ingreso

Gabriela Ensinck

Las mujeres representan el 64 % de la población de menores ingresos en la Argentina, (según datos del ex ministerio de Géneros y Diversidad) y esta situación de "feminización de la pobreza" se ha profundizado a partir de la presidencia de Javier Milei. 

Así lo muestra un informe elaborado por economistas de la Universidad de Avellaneda y la Fundación SES, publicado con motivo del #8M (8 de marzo, Día Internacional de la Mujer), y a 90 días de la asunción del gobierno de La Libertad Avanza. 

"La fuerte recesión combinada con niveles elevados de inflación, generaron una enorme presión sobre las mujeres de hogares vulnerables, especialmente aquellas que tienen a cargo hogares monomarentales", indica el trabajo. 

Asímismo, el recorte de un 40% en las prestaciones sociales y subsidios impactan especialmente en el colectivo femenino; así como la eliminación del programa "Compre sin IVA", que permitía aliviar la carga fiscal sobre salarios, jubilaciones y pensiones a través de la devolución de un impuesto que afecta desproporcionadamente a quienes tienen menores ingresos.

"Medidas específicas implementadas por el actual gobierno como la supresión del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) -que representa en promedio un 10% del sueldo docente-, las perjudica especialmente dado que -sobre todo en la escuela primaria-, 9 de cada 10 docentes son mujeres", destaca la economista Eva Sacco, docente e investigadora en la Universidad de Avellaneda (UndAv) y directora de Fundación SES . En tanto, la quita de los fondos destinados a la "quinta hora de clase" que aportaba el Estado Nacional para reforzar el aprendizaje en lengua y matemática, afecta los derechos de niños y niñas y a los hogares que dependen de la educación pública para organizar el cuidado. 

Esta pérdida del poder adquisitivo y la calidad de vida se ve reflejada en estrategias de supervivencia como reducir la variedad y calidad de los alimentos y disminuir el consumo de lácteos y carnes. "Las ventas de Alimentos y Bebidas,cayeron 35,2% en el primer bimestre del año frente al mismo periodo de 2023, según datos de CAME, y hubo una alarmante caída del 40% en las ventas de medicamentos", destaca Sacco. 

No obstante, el trabajo reconoce que -si bien se vio profundizado desde diciembre de 2023, la feminización de la pobreza no es un fenómeno nuevo, y está anclado en profundas desigualdades que gobiernos "progresistas" anteriores no lograron saldar. Según datos que surgen de la encuesta de la estructura social argentina realizada por el Ex Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación en 2019, en Argentina el 20% de los hogares con menores de 18 años tienen como principal sostén económico exclusivamente a una mujer. "Una forma de cuantificar la mayor fragilidad de los hogares con una mujer sola a cargo de menores es que el 46% perciben la asignación universal por hijo mientras que en el caso de hogares con dos cónyuges convivientes e hijos el porcentaje es del 36%", dice Sacco.

Brechas laborales

Pese a que en las últimas décadas hubo grandes avances en el acceso de las mujeres al mercado laboral, aún persisten inequidades profundas en cuanto a los ingresos. En el tercer trimestre de 2023, la tasa de empleo femenina alcanzó su nivel más alto registrado, llegando al 48,1%, mientras que la tasa de desocupación se situó en un 7,8%. Sin embargo, respecto de la brecha en el ingreso se mantuvo en torno al histórico 27% en el mismo periodo. Es decir, contemplando todos los ingresos que se perciben, sean de origen laboral o no laboral (como jubilaciones y pensiones, cuotas alimentarias y subsidios), las mujeres percibieron ingresos que, en promedio, fueron un 26,4% menores que los de los varones.Simultáneamente, en el mercado de trabajo, las mujeres ganaban en promedio un 23,1% menos que los varones ($153.000 vs. $198.900 a diciembre de 2023).

La diferencia entre fuentes de ingresos tiene un correlato con las dificultades en la inserción ocupacional de las mujeres y la desigual distribución de las cargas de cuidado entre varones y mujeres. Según la última Encuesta Nacional de Uso del Tiempo del Indec, ellas destinan en promedio 6,4 horas diarias a tareas de cuidado no remuneradas (atención de hijos y adultos mayores, compras y limpieza del hogar), mientras que los varones destinan a esas tareas menos de 3 horas. 

Asímismo, dentro del mercado laboral se dan brechas de género en las que, las mujeres van ocupando espacios en actividades de baja remuneración (educación, salud, comunicación y actividades de cuidado en general), mientras que los varones se desplazan a otras áreas más remunerativas (finanzas, negocios, tecnología, industrias extractivas como el petróleo y la minería). 

Al interior de cada actividad (ya sea el sector industrial, como de comercios, servicios, o el sistema científico), suele haber más mujeres en los cargos de menor jerarquía, y muchas menos en los niveles de decisión. De acuerdo al informe "Las Mujeres en la Economía Argentina", elaborado por la consultora Abeceb, "sólo el 28% de los cargos directivos en empresas son ocupados por mujeres, y aún allí, la diferencia salarial con los varones es del 25%". 

El trabajo de Abeceb también destaca el avance de profesionales femeninas en sectores tradicionalmente masculinizados, donde históricamente existieron -y todavía existen- barreras para su ingreso, ya sea por las características de la actividad como por factores culturales. A modo de ejemplo, cita que "la participación femenina en el empleo minero creció del 8% al 12% en los últimos cuatro años, mientras que en el sector energético creció de 15% al 19% y en el sector financiero aumentó de 11% al 14% en el mismo período".

Esta realidad también es diversa según el nivel socioeconómico. "En los deciles de mayores ingresos y nivel educativo: la manera que tienen las mujeres de crecer económicamente es a través del trabajo remunerado, mientras que los varones lo hacen a través de generar sus propios ingresos en empleos independientes", dice la economista de UndAv Sacco. "En cambio, en la base de la pirámide, es al revés: a las mujeres les sigue costando más conseguir un trabajo registrado y con derechos laborales".

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