La senadora del PRO Guadalupe Tagliaferri convocó para este jueves a las 11 una reunión de la comisión de Acuerdos para resolver, de una vez por todas, los pliegos de los jueces de la Corte Suprema que el presidente Javier Milei designó por decreto. La discusión sobre la validez de la firma de José Mayans (UxP) dejó en evidencia los desacuerdos dentro del radicalismo, el cual ahora tiene la llave para destrabar el dictamen de rechazo de Manuel García Mansilla y, así, podrían voltearlo tan solo con bloquear los dos tercios.

Como contó BAE Negocios, los dos dictámenes de rechazo formalmente presentados corren por parte de todos los integrantes de Unión por la Patria, junto con la dupla de Tagliaferri y Martín Lousteau (UCR). Sin embargo, no reúnen el total de 9 firmas que se necesitan debido a que, según alega la propia presidenta de la comisión, la firma del séptimo peronista no es válida.

Se trata de José Mayans, quien no estaba presente cuando fue la audiencia del catedrático en el Senado. La reunión del jueves apunta a que se le reconozca la firma. Sin él, necesitan del resto de los integrantes de la UCR para conseguir esa firma que falta. La mira está puesta especialmente en Maximiliano Abad, quien fue reemplazado por Eduardo Vischi en lo que fue el dictamen del segundo candidato, Ariel Lijo. El bonaerense suele ir codo a codo con Lousteau, pero ni él ni los otros integrantes de la UCR asoman suscribir al dictamen por ahora: nadie quiere ser el último porque alegan que, así, colaborarían a la especulación. Del sector también integran la comisión Mariana Juri y Carolina Losada.

La razón por la cual están atrás del dictamen del flamante juez de la Corte -el cual ya tomó juramento- es porque, de no conseguirlo, necesitarían dos tercios para poder tratar su pliego sobre tablas. No es el caso de Lijo, quien sí tiene dictamen, y puede ser tratado con 37 (quórum). Por su parte, el oficialismo tiene su propio dictamen favorable sobre Mansilla pero no lo presentó porque, de hacerlo, colaboraría con las firmas y el dictamen de mayoría que quedaría sería de rechazo. “Si ellos le pusieran voluntad, podrían conseguir un dictamen (de mayoría) favorable”, criticaba un integrante de la comisión.

Mientras todos esconden sus cartas, los pliegos de los jueces siguen suspendidos. La convocatoria para este jueves 13 de marzo a las 11 en el Salón Arturo Illia busca acelerar una definición, mientras que los bloques lo discuten puertas adentro. No es necesaria una reunión de comisión para dictaminar, pero de esta manera presionan una postura. La UCR, por su parte, está reunida desde las 18 y, de no llegar a un acuerdo, buscan volver a reunirse mañana.

De conseguir un dictamen, de todos modos, la verdad quedará expuesta a la hora de votar, algo que quisieron evitar hacer en extraordinarias cuando el Gobierno hizo todo para que vayan a sesión. Necesitan 37 para el quórum, y ya con UxP se aseguran 34 que, solo con Francisco Paoltroni (exlibertario de Formosa que se separó del oficialismo por estar, principalmente, en contra de la candidatura de Lijo), Tagliaferri y Lousteau, se consiguen. Los dos tercios que necesitan para aprobar un pliego es sobre los presentes, por lo que de mínima con 25 podrían bloquear cualquier pliego: pueden ser menos.

Mientras que Mansilla ya es juez de la Corte y su eventual rechazo en el Senado podría abrir un debate institucional sobre la validez de la Corte Suprema, Lijo en cambio nunca asumió porque se rehusó a renunciar a su juzgado y el Máximo Tribunal, con aval de Mansilla, se lo exigió para asumir y rechazó su licencia: en ese sentido, los rechazos que anticipó UxP podrían volver a convertirse en botones verdes, que es lo que especulan desde Casa de Gobierno y cerca del propio juez federal.